Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA: La historia oculta de la Benemérita

El escritor Miguel Gilaranz rinde homenaje a la Guardia Civil con "Los últimos de Guinea", sobre su labor en la colonia

Miguel Gilaranz, entre Carmen Ferreras y Jesús Narciso Nuñez Calvo, en el foro del periódico. | Jose Luis Fernández

Miguel Gilaranz, entre Carmen Ferreras y Jesús Narciso Nuñez Calvo, en el foro del periódico. | Jose Luis Fernández / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Buena percha, con una altura por encima de la media, instructor de Educación Física, experto en artes marciales, doctor en Económicas, con el carnet de piloto, llegando antes de los treinta a ser comandante en jefe de la Guardia Civil y dominando varios idiomas. Así es el protagonista de "Los últimos de Guinea", la novela que ayer presentó en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA el escritor Miguel Gilaranz. Una biografía muy atractiva que invita al lector a adentrarse en esta historia ambientada en el país africano.

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN / JOSE LUIS FERNANDEZ

Pero este protagonista, el comandante de la Guardia Civil Luis Báguena Salvador, no sale de la imaginación del autor, sino que se trata de un personaje real con una historia apasionante desde que con tan solo tres meses, en 1934, llegó a Guinea con su familia, ya que su padre consiguió allí la plaza de médico. En ese país, el exótico era él, un bebé blanco en un lugar donde todavía se repartían en tribus. "Aprendió su idioma y se crió entre ellos, aunque luego sus padres le enviaron a estudiar a Londres y París para aprender otras lenguas. Siendo todavía muy joven, decide que quiere ser guardia civil, así que se hace oficial en España", resume Gilaranz sobre los primeros años de vida del protagonista de su último libro.

Adiós a las colonias

La labor en la Benemérita del comandante Báguena le sirve a Gilaranz de hilo conductor para narrar un relato que apenas es conocida por los españoles, aunque sea parte importante de la historia del país en aquellos años sesenta en los que la ONU obligó a los países a dejar sus colonias.

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN / JOSE LUIS FERNANDEZ

La historia llegó a manos del autor de forma casual, mientras estaba presentando su anterior novela, sobre la vida en una casa cuartel, en Chiclana, hace ya dos años. "Uno de los asistentes al acto, coronel jefe de la Guardia Civil, me sugirió que hiciera algo sobre la Benemérita en Guinea", recuerda. "Para mí fue un reto que me atrajo, porque me gusta escribir sobre temas que desconozco, por todo el apartado previo de investigación", confiesa.

Difícil labor de investigación

Lo que no sabía era que esta labor de investigación no iba a ser nada sencilla. "Toda la documentación oficial todavía es secreto de Estado, el Centro Nacional de Inteligencia todavía no ha desclasificado estos documentos", explica.

Encontró algún escrito, como el de Rafael de Mendizábal Allende, "un híbrido entre libro y diario, que escribió mientras estuvo viviendo en Guinea, durante los meses más convulsos", agradece. Pero lo que más le ayudó a documentar su novela fue el acudir a las fuentes directas, es decir, a aquellos guardias que todavía estaban vivos, "aunque la mayoría supera ya los ochenta años", apunta. De hecho, Báguena Salvador está a punto de celebrar su 90 aniversario en unos días.

Más de 500 páginas

Con el comandante y otros compañeros pasó largas jornadas de conversaciones para hilar la historia de "Los últimos de Guinea", donde en más de 500 páginas arroja luz sobre los seis últimos meses de la presencia española en Guinea Ecuatorial. "Prefiero realizar novelas muy documentadas a ensayos, porque así la historia atrae más a la gente", confiesa.

Para enganchar al lector tiene otras tácticas, como la división de sus libros en capítulos de poco más de mil palabras, ocupando un par de páginas "y solapando historias de dos protagonistas diferentes, con lo que se adquiere un ritmo que suele gustar mucho al lector", detalla.

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN

Miguel Gilaranz, en el Club LA OPINIÓN / JOSE LUIS FERNANDEZ

En este caso, Báguena comparte protagonismo en esta obra con el teniente Lucena —este sí, personaje que sale totalmente de la imaginación del escritor—, que se convierte en narrador de la historia. "Se trata de un guardia joven, al que el Gobierno de España manda allí para que investigue lo que está sucediendo. Llega con una identidad falsa, como trabajador del Banco Exterior de España, para no levantar muchas sospechas cuando tiene que viajar entre ciudades", argumenta el autor sobre esta trama que arranca en septiembre de 1968.

Los últimos meses

A partir de ahí, por las página de la novela van desarrollándose todos los acontecimientos históricos de esos meses en la colonia española. Había habido ya muchas colonias de países próximos que se habían liberado, pero a un alto precio, contado los muertos por decenas. "En principio, en Guinea se respiraba un ambiente tranquilo, decidiendo hasta la fecha del fin de ese proceso de independencia, el 12 de octubre de 1968", detalla.

Unas elecciones democráticas con tres candidatos no hacía presagiar, a priori, ningún conflicto, pero los acontecimientos se precipitaron por las luchas de poder entre bandos, quedando los últimos colonos españoles, con su familias, atrapados en medio del conflicto, del que poco se sabe "porque la Guardia Civil hizo muy bien su trabajo con una extradición sin incidentes", considera.

En la presentación del libro en Zamora, el autor estuvo acompañado por el coronel Jesús Narciso Nuñez Calvo, que prologa la obra, quien destaca que la de Guinea "fue la mayor acción militar en la historia de España, el mayor rescate de civiles por parte de la Guardia Civil y merece ser conocida".

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