Entrevista | Belén García Sánchez Secretaria académica de la Escuela de Enfermería de Zamora

"Todos deberíamos tener a alguien que nos ayude en una situación adversa"

"La enfermería me apasiona por el cuidado tan cercano a personas, familias y comunidades, con la humanización en nuestro día a día"

Belén García Sánchez, de la Escuela de Enfermería de Zamora.

Belén García Sánchez, de la Escuela de Enfermería de Zamora. / Cedida

B. B. G.

Con una ponencia sobre la soledad no deseada, tema en el que lleva varios años trabajando desde la Escuela de Enfermería de Zamora, Belén García Sánchez participa en el evento "Salud mental: equilibrio y bienestar en la tercera edad", organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, que se celebra este 28 de febrero en Moraleja del Vino.

–¿Qué le parece la organización de este tipo de congresos? ¿Qué considera que pueden aportar de conocimiento a la población general?

–Este tipo de actividades siempre resultan positivas no sólo para la población general, sino también para los profesionales, tanto sanitarios como pertenecientes a otro tipo de sectores sociales o de educación. Nos permiten aprender conocimientos y valores y también contrastar y comparar ideas y experiencias, favoreciendo las relaciones humanas, que han sido y son muy necesarias a lo largo de nuestra historia.

–¿Cómo llega a especializarse en salud mental, qué le atrajo de este campo?

–A mí siempre me gustó el mundo sanitario, pero sobre todo, al terminar el instituto, cuando te planteas qué quieres estudiar, tuve muy claro que quería ser enfermera especialista en salud mental. La enfermería me apasiona por el cuidado tan cercano a las personas, a las familias y comunidades, la necesidad de la humanización en nuestro día a día, el afecto que debemos aportar en los cuidados, no sólo cuando trabajamos con personas enfermas o en situación de vulnerabilidad, también cuando están sanas. Estos valores son imprescindibles, pero la necesidad se multiplica si hablamos de personas con enfermedad mental o que están viviendo una situación difícil que les lleva a presentar mayor vulnerabilidad.

Formación en Enfermería

–¿Se dan algunas nociones de este campo en el grado de Enfermería?

–Por supuesto, durante los cuatro años de duración de la titulación del grado de Enfermería existen varias asignaturas en las que se trabaja este campo: Ciencias Psicosociales aplicadas a la Enfermería, Enfermería en Salud Mental… pero estos valores, desde la humanización de los cuidados hasta el respeto a la persona, la empatía o la solidaridad, se trabajan día a día con el alumnado, tanto dentro como fuera de las aulas. Esto podemos verlo reflejado en el proyecto Soliedad que estamos llevando a cabo en la Escuela Universitaria de Enfermería de Zamora, de la mano del CENIE y la Fundación de la Universidad de Salamanca, dirigido por Elisa Sala, donde trabajamos con personas mayores de 65 años que se encuentran en una situación de soledad no deseada. Hay más de 30 estudiantes de enfermería, con la incorporación de alumnado de la Escuela Politécnica Superior de Zamora, realizando actividades de voluntariado.

–¿Qué pueden aportar las profesionales de Enfermería?

–Mucho, los profesionales de enfermería somos personas que cuidamos dentro y fuera de nuestra jornada laboral. Los cuidados los llevamos impresos en la piel, es algo que va dentro de nosotros y esto nos hace implicarnos con las personas al cien por cien. Por ejemplo, en el proyecto Soliedad, donde se involucraron profesionales de enfermería jubilados, estudiantes y profesionales en activo, pudimos observar que, mientras la muestra esperada por las directoras del proyecto era de 24 participantes, conseguimos aproximadamente 60 personas procedentes sobre todo de los centros de salud. Esto fue debido a la relación de confianza que las personas establecen con las enfermeras.

El proyecto Soliedad

–¿Qué va a tratar en su conferencia?

–Sobre todo voy a hablar del proyecto Soliedad que estamos realizando en la Escuela Universitaria de Enfermería de Zamora, donde, como he dicho antes, trabajamos con personas mayores de 65 años que se sienten solas, aunque en ocasiones puedan estar rodeadas de gente. Pero el sentimiento de soledad no deseada es algo que nos puede afectar a todos y que, desde luego, perjudica gravemente a nuestro día a día. Está muy relacionada con la aparición de dolencias físicas o mentales y nosotros, en nuestra experiencia, hemos observado cómo personas que se sentían solas, tristes y angustiadas generaban lazos de amistad e iban mejorando día a día, manifestándolo ellas mismas.

Además de fomentar la investigación, tenemos que recuperar valores que nuestros mayores sigue utilizando

–Uno de los problemas más habituales en Zamora con los mayores es esa soledad no deseada, ¿qué análisis puede realizar del panorama que se vive en la provincia?

–Los datos en España reflejan que en 2016 el 11,6% de las personas se sentían solas más de la mitad del tiempo y en 2020, durante la pandemia debida al Covid19, la cifra aumentó al 18,8%. Desde la experiencia que hemos vivido en la Escuela de Enfermería desde que comenzó el proyecto Soliedad vemos que no sólo hay mucha gente que sufre soledad no deseada, sino que muchos de los casos son realmente difíciles y generan gran sufrimiento en las personas.

En busca de solución

–¿Se están los expertos dando cuenta de que hay una necesidad acuciante en este terreno? ¿Cómo pueden ayudar ellos?

–Sí, cada vez se realizan más trabajos y artículos que tratan la soledad no deseada tanto en personas mayores como en jóvenes y adolescentes, que son los grupos de edad más afectados. Desde la Escuela de Enfermería, con el proyecto Soliedad, creemos que, además de fomentar la investigación, debemos involucrarnos en este problema como sociedad, recuperar esos valores que conocemos y que tenemos guardados y que, precisamente nuestros mayores, utilizaban día a día, como puede ser acompañar a un vecino, preguntar qué tal está, preocuparnos unos por otros… Es decir, que todos podamos estar seguros de que, ante una situación adversa, siempre habrá alguien para ayudarnos.

–¿Los políticos también están abriendo los ojos ante esta realidad?

–Desde luego, todo apoyo político es necesario, y el desarrollo de medidas que ayuden a luchar contra la soledad no deseada es algo positivo. Pero insisto, desde nuestro proyecto queremos fomentar los valores de solidaridad, respeto y ayuda dentro de la propia sociedad.

–¿Qué medidas se deberían tomar para combatir esta lacra?

–Para desarrollar este tipo de valores en la sociedad debemos comenzar desde edades tempranas, trabajando la intergeneracionalidad, luchando contra el edadismo y también fomentando el voluntariado.