Una autoexigencia que terminó en anorexia

La exgimnasta Olatz Rodríguez relata en "Vivir del aire" su calvario con una enfermedad que no sabía identificar

Olatz Rodríguez (izquierda), en el salón de actos junto a Canto Marbán, antes de su charla. | Jose Luis Fernández

Olatz Rodríguez (izquierda), en el salón de actos junto a Canto Marbán, antes de su charla. | Jose Luis Fernández / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

"Mi concepción de la anorexia era que una persona se provocaba el vómito y que no reconocía su cuerpo frente al espejo, por eso me costó aceptar que yo también era uno de esos enfermos". Olatz Rodríguez tenía solo catorce años cuando fue diagnosticada de anorexia. Hasta ella había llegado no por una mala relación con la comida, sino por un trastorno mucho más profundo. "Yo ingería alimentos y me sentía muy culpable, pero no por el cambio físico o por las calorías que introducía en mi cuerpo, sino porque en mi mente me establecí unos patrones que tenía que cumplir para obtener una satisfacción que me ayudaba a evadirme de cierto sufrimiento", explica reconociendo que cuando se saltaba esas normas que se había autoimpuesto, "me invadía un sentimiento de culpabilidad tan grande que me incapacitaba para actividades normales de la vida diaria y me generaba mucha angustia". Y es que, como confiesa, "no percibo la realidad de la forma más amable y me genera una ansiedad que me hace más susceptible para generar ciertos trastornos".

En la actualidad, "toda esa época la tengo un poco difusa, creo que porque la mente, cuando estás enfermo, te deja todo mucho más complejo. Quien sabe si con el paso de tiempo podré recordar mejor todo aquello", confía.

Libro de ayuda

De todas formas, le ayudó a poner un poco de orden en sus ideas la publicación de un libro, "Vivir del aire", en el que contaba su experiencia y que ayer llevó hasta el salón de actos del Campus Viriato, dentro de las actividades del ciclo de conferencias de CulturAlcampus, esta vez en colaboración con la Asociación Zamorana contra la Anorexia y la Bulimia (Azayb), que ha organizado actividades durante toda esta semana para concienciar a la población sobre este trastorno de la alimentación.

Olatz Rodríguez

Olatz Rodríguez / JOSE LUIS FERNANDEZ

"Para entender este tipo de problemas hay que tener en cuenta de que cada persona los manifiesta de una manera diferente y lo vive de forma distinta", asegura Olatz Rodríguez, quien la enfermedad le obligó a abandonar la gimnasia rítmica en 2019, cuando se dedicaba a ella de manera profesional. "Se me hace complicado expresar o dictaminar una serie de bases generales cuando ni yo sé muy bien qué es lo que realmente me pasó", confiesa cuando intenta explicar un concepto general para describir la anorexia.

De ahí que "Vivir del aire", en su momento, fuera un poco como su tabla de salvación. "Escribí mi libro porque no me sentía entendida, ni por mí misma ni por mis allegados, aunque sí que encontraba cobijo en las redes sociales, leyendo historias de otras personas que estaban pasando por lo mismo que yo. Por eso se me ocurrió contar mi historia, para también ayudar a la gente, porque a mí, personalmente, me esperanzaba ver a otros adolescentes que habían pasado —y superado— lo mismo que estaba sufriendo yo", justifica. Con esta publicación, consiguió ese objetivo de "visibilizar" la enfermedad.

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