Los farmacéuticos de Zamora, listos para resolver los líos con la medicación

La Diputación Provincial de Zamora y el Colegio Oficial de Farmacéuticos han lanzado un proyecto que busca facilitar a los ciudadanos mayores del medio rural la administración de sus medicamentos. La mecánica es tan sencilla como proporcionar a cada paciente su medicación en envases tipo blíster, organizada por días y tomas para un tiempo determinado. Así, los usuarios tendrán claro lo que deben tomar. El programa se llama Facendera y será gratuito para las personas que puedan acceder a él, ya que la institución provincial aportará los 70.000 euros que costará inicialmente.

El proyecto, ya anunciado hace unos meses, arrancará de manera inminente, por lo que el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, y el responsable de los farmacéuticos, Juan Prieto Corpas, han presentado los detalles en una comparecencia que ha tenido lugar en el Salón de Plenos provincial con la presencia también de la responsable del área y vicepresidenta tercera de la institución, Amaranta Ratón. Los tres intervinientes han destacado las ventajas de un proyecto que se enmarca en la lucha contra la despoblación y en la batalla por la superviviencia de las 120 farmacias rurales que resisten fuera de Zamora capital.

Problemas de soledad o deterioro cognitivo

En esa línea, Faúndez ha destacado la importancia que tienen los farmacéuticos desde el punto de vista del apoyo a los mayores que residen en el medio rural y que son precisamente los destinatarios de Facendera. "Prestarán labores de ayuda con los medicamentos a las personas que tienen problemas por su soledad o por un deterioro cognitivo", ha remarcado el presidente de la Diputación, que ha aclarado que el objetivo es que los usuarios "no comentan errores y sigan con su medicación de forma ordenada".

Por su parte, Ratón ha apostillado que la iniciativa también persigue que las personas puedan mantenerse en sus domicilios rurales de una manera más segura, incluso si tienen "tratamientos farmacológicos complejos o pautas dispares". De ahí que la Diputación colabore económicamente con la causa, del mismo modo que ya lo había hecho con los profesionales de este ámbito en procesos como la implantación de la receta electrónica o en la distribución de mascarillas infantiles durante la pandemia.

Más allá de un sanitario

Para Prieto Corpas, esa colaboración es necesaria, del mismo modo que resulta imprescindible la tarea de las farmacias rurales: "Va más allá de un sanitario. Es alguien que conoce, que habla, que vive y que participa de la vida del pueblo", ha indicado el presidente de los farmacéuticos zamoranos, en referencia a los profesionales con presencia en los pueblos, a quienes considera "un apoyo esencial para la atención primaria".

En cuanto al proyecto como tal, Prieto Corpas ha matizado que se trata de "un sistema personalizado de dosificación" en el que el farmacéutico realiza un análisis de la medicación de cada paciente que participa. El profesional evalúa la seguridad, hace un seguimiento, elabora informes periódicos y se relaciona activamente" con la persona que está al otro lado, que serán en todo caso vecinos con medicaciones complejas y que tengan dificultades para recordar y organizar las tomas.

Los interesados podrán iniciar su adhesión al programa bien pronto, habida cuenta de que las farmacias van a recibir toda la información durante la próxima semana. Los profesionales que se integren en la iniciativa recibirán una formación para prestar adecuadamente esa ayuda.

Sin cierres este año

Prieto Corpas ha insistido en la pertinencia de "poner en valor al farmacéutico, que se le aproveche, y ha celebrado que, en el último año, no haya cerrado ninguna farmacia rural. En estos momentos, en toda la provincia hay 162 establecimientos abiertos, 120 en los pueblos: "En enero, presentamos en el Senado un trabajo en el que se demuestra que las farmacias generan un valor económico y ayudan contra la despoblación", ha zanjado el presidente del colegio.