Un vertido al río Duero es compatible podría estar detrás de la elevada mortandad de peces y la contaminación detectada en la presa de Villaralbo el 21 de agosto pasado, una hipótesis que no se descarta y que deberán confirmar los resultados de los análisis de varios ejemplares que está llevando a cabo el Laboratorio Central Nacional de Algete, a donde los remitió la Junta de Castilla y León, ha indicado la delegada en Zamora, Leticia García Sánchez.
Esa conclusión vendría refrendada por el resultado de los análisis llevados a cabo por el Servicio de Medio Ambiente en Zamora, que detecta "un deterioro puntual de la calidad de agua debido, de forma directa o indirecta, a un vertido", ha apuntado la delegada. Los resultados de este examen "son altamente compatibles con una mortalidad de tipo agudo y coherente" relacionada con la contaminación del Duero en las inmediaciones del embarcadero de Virraralbo.
En cuanto al nivel de pH se apunta que el indicador de 8,5"debe considerarse por encima de los rangos de normalidad y variaciones de pH en cortos periodos de tiempo, lo cual también puede producir motilidad masiva de peces". La conclusión, pues, es que "no está nada descartado", ha puntualizado Leticia García.
Más de 500 kilos de peces muertos en Villaralbo: primeros datos y análisis del agua en el río Duero
La máxima representante del Gobierno autonómico en Zamora está a la espera de recibir el informe de los análisis del Servicio de Agricultura y de los que lleve a cabo el Laboratorio Nacional, estos últimos "serán decisivos, como laboratorio de referencia" que es, imprescindibles para que completen estos primeros de Medio Ambiente, ha recalcado, los que conoció el viernes, 25 de agosto, a las 48 horas de haberse tomado las muestras en el lugar en el que se llegaron a contabilizar unos 300 peces muertos que se tradujeron en más de 500 kilos retirados el 23 de agosto, a expensas de continuar con las labores encomendadas por la Junta a la empresa Tragsa.
Por conocer restan también las conclusiones de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), cuya Guardería de Aguas tomó también muestras. Todos esos datos servirán para determinar de dónde procedían las placas de contaminación que flotaban en el agua y fulminaron a ejemplares que pueblan el río Duero, como barbos y carpas, de las que se recogieron varios para extraer distintas partes de su anatomía para el posterior estudio sobre qué pudo provocar su muerte.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil usará toda esa información, más las pruebas que haya recogido in situ o con la investigación de indicios que dirigirá la Fiscalía de Zamora, para determinar si ha habido un delito ecológico y quién lo pudo cometer.