El Ayuntamiento de Zamora dobla esfuerzos para mantener limpia la capital

Una cuadrilla vigila de forma permanente que las papeleras tengan sitio y las barredoras incorporan perfume para las calles

Un camión de limpieza del Ayuntamiento de Zamora

Un camión de limpieza del Ayuntamiento de Zamora / Ana Burrieza

Luis Garrido

Luis Garrido

El Ayuntamiento de Zamora ha redoblado los esfuerzos para mantener limpia la ciudad durante la presente Semana Santa. Los equipos de la contrata encargada de este servicio se han multiplicado, principalmente antes y después de los desfiles procesionales, para mantener el casco urbano en condiciones impecables ante el incremento de suciedad provocado por el aumento de gente en las calles. Las máquinas barredoras hacen horas extras y una cuadrilla de operarios controla permanentemente que las papeleras no colapsan. También funcionan a pleno rendimiento los camiones de baldeo y los sopladores, así como el grupo encargado de eliminar las pintadas que los vándalos realizan en las fachadas. Todo un operativo milimétricamente medido que tiene el objetivo de que la capital ofrezca su mejor versión.

Los medios humanos y materiales de la contrata de limpieza viaria han doblado su presencia en las calles a lo largo de la presente semana para evitar situaciones desagradables en unas jornadas en las que la capital multiplica su población. Lo explica el concejal encargado del área, Pablo Novo, quien está en permanente contacto con la empresa adjudicataria para que todo el plan salga según lo previsto. “Hemos intentado realizar un despliegue tanto en los itinerarios como en el resto de la capital para que la ciudad esté siempre en buenas condiciones”, ha señalado. A tal efecto, por ejemplo, todas las tardes hay un grupo de cuatro trabajadores por la zona centro que se encargan de controlar las papeleras y de limpiar las principales vías. El objetivo es que los recipientes no colapsen y así los ciudadanos no se vean en la obligación de arrojar los desperdicios al suelo.

También hay un control absoluto sobre los itinerarios de las procesiones. Antes de cada desfile, aproximadamente con unos cuarenta minutos de antelación sobre la salida, un camión colector de carga trasera sigue los recorridos y cambia las bolsas de las papeleras, colaborando así con el equipo de trabajadores a pie anteriormente mencionados. Además, se ha decidido espaciar la actuación de las barredoras por detrás de cada procesión. “Para no meter ruido, hemos decidido retrasar unos veinte minutos la actividad de las dos barredoras después de cada desfile procesional; salimos con las que más capacidad tienen y se complementan con el trabajo de dos operarios con sopladores que dejan completamente limpio el itinerario”, ha apuntado Novo.

Como novedad, este año se ha incorporado a las barredoras la aplicación de un perfume que aromatiza las calles después del paso de las procesiones, cuando están más cargadas. “Sueltan un líquido que resulta inocuo y seguro para los animales, y que deja una agradable sensación en el ambiente”, ha indicado el concejal de Izquierda Unida. A todo ello, hay que añadir la cuadrilla contemplada en el contrato de limpieza para la eliminación de pintadas en las fachadas según van apareciendo y también bajo solicitud de los afectados. “Es un esfuerzo que realizamos a mayores, aunque este año ha sido menor que otros ejercicios porque ya veníamos haciendo ese trabajo durante los últimos meses”, ha comentado el concejal.

El Ayuntamiento de Zamora, por último, ha repartido más de 20.000 pipeleras entre las tiendas y negocios de la capital zamorana para depositar los restos de las pipas con las que se hace más entretenida la espera de los desfiles procesionales. Estos recipientes se pusieron en circulación por primera vez durante la Semana Santa del año 1998 y desde entonces se han convertido en una herramienta vital para mantener la ciudad en las máximas condiciones de higiene posibles.

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