La flagrante exclusión de Zamora de los planes gubernamentales a la hora de diseñar el Corredor Atlántico ha obligado a mover ficha a la Junta de Castilla y León, que trabaja codo con codo con la patronal para hacer ver a Moncloa que es necesario contar con las provincias del oeste de la comunidad para el éxito de este eje del transporte ferroviario. Varias son las razones por las que este territorio debe ser incluido en esta alianza, pero hay dos que se erigen por encima del resto. La primera de ellas, la consideración de Benavente como un potente centro logístico y de comunicaciones. Y, la segunda, la estratégica ubicación fronteriza que puede servir para canalizar la actividad que desde Portugal se lanza a través de España en dirección a Europa.
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La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, se ha reunido este pasado miércoles con el presidente de CEOE de Castilla y León, Santiago Aparicio, y el resto de la junta directiva de la organización empresarial, en el marco de la ronda de encuentros de trabajo que está manteniendo para establecer una posición de Comunidad ante el desarrollo del Corredor Atlántico. La dirigente política y los representantes de la patronal han puesto encima de la mesa, no solo los elementos que consideran necesarios para trabajar en una única postura frente al Gobierno, responsable del Corredor Atlántico, sino también las fortalezas de la comunidad de cara a impulsar un proyecto trascendental para su cohesión territorial, económica y social.
El Corredor Atlántico, otro puñetazo
Entre todas las virtudes, la Junta de Castilla y León ha querido incidir especialmente en "el potencial del sector logístico castellano y leonés", su estratégica ubicación, al ser zona de tránsito y confluencia de los ejes de comunicaciones con el norte, centro y sur de España, con Portugal y con el resto de Europa, y la capacidad de adaptación que empresas y empresarios han demostrado sobradamente en los últimos tiempos.
Consejera y CEOE han señalado la importancia de buscar un punto de encuentro que "defienda por igual los intereses de las nueve provincias" de Castilla y León en el futuro Corredor Atlántico, por su incidencia en el incremento de la conectividad de toda la comunidad, o lo que es lo mismo, en el aumento de la competitividad de las empresas y en la generación de riqueza y empleo.
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Ambas partes se han comprometido a reclamar conjuntamente que "hay que aprovechar los fondos europeos y estatales para dar un impulso al Corredor Atlántico", así como a hacer lo que esté en su mano para que el Gobierno de España les escuche de cara a incluir las reivindicaciones que le haga llegar Castilla y León en el Plan Director que, según se comprometió el Comisionado, será presentado el próximo mes de octubre, de manera que toda la comunidad se vea beneficiada por este proyecto.
El diseño del corredor
Conviene recordar que el diseño del Corredor Atlántico recientemente presentado por el Gobierno de España perjudica seriamente los intereses de Zamora, al alejar esta provincia de las tres principales líneas estratégicas del transporte ferroviario. De acuerdo con los planes anunciados por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), no existe sobre el papel transporte de mercancías ni por la capital ni por Benavente, de forma que ambas quedan aisladas de las principales redes; se deja el AVE entre Olmedo y Zamora con vía única, aunque se contempla doble tramo de Zamora a Orense; y diseña el paso fronterizo a Portugal por Fuentes de Oñoro, en Salamanca, sin rastro de otro corredor más al norte.
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Zamora solo figura en el planteamiento del Gobierno de España en lo tocante al transporte de pasajeros. Sin embargo, el mapa de mercancías deja fuera a Zamora y Benavente, ya que el ramal que va a Galicia desde Madrid discurre por León y Valladolid y, el que entra en Portugal, lo hace por Salamanca. No hay rastro de reconvertir la vía convencional Medina-Zamora-Orense para este particular y tampoco el proyecto de reapertura de la Vía de la Plata.