Un zamorano delincuente habitual pierde las huellas dactilares por fumar drogas

Su adicción a fumar droga se ha llevado por delante hasta sus huellas dactilares. Apenas unas líneas definen esa principal seña de identidad única en cada individuo que, en el caso de este zamorano acusado de robar trasteros en la capital y detenido en 34 ocasiones, resulta casi imposible de contrastar con el archivo de la Comisaría de Zamora.

"¡No sé que estoy haciendo!", llegó a exclamar el agente nacional que trataba de marcar sobre el atestado policial las yemas de los dedos del acusado, según la informan fuentes próximas a la investigación abierta en noviembre cuando los dueños de los trasteros de la calle del Consejo de Europa que denunciaron robos de multitud de objetos, entre ellos bicicletas, tiendas de campaña y herramientas variadas.

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Precisamente, la bicicleta de montaña en la que se paseaba el zamorano, de iniciales A.H.L., era idéntica a una de las que desapareció del habitáculo del que forzaron la cerradura. Los policías nacionales localizaron al varón de 52 años paseando con absoluta tranquilidad por la calle de Las Llamas, donde reside, el 22 de diciembre mientras realizaban labores de control para impedir el tráfico de drogas en lo que es uno de los principales puntos de venta de estupefacientes de Zamora y "zona de consumo habitual de estupefacientes".

Los agentes sospecharon que la bici podía ser la misma que fue sustraída, por lo que deciden dar el alto a su conductor, al que conocen por otros delitos, lo que les permitió identificarle porque manifestó no llevar encima su carné de identidad ni ninguna otra documentación. Al ser interrogado sobre el origen del vehículo, declara que se la ha prestado un amigo y que no sabe cómo la obtuvo.

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Dos ladrones

Los agentes se incautaron del vehículo al considerar que había indicios de que fuera la que sustrajeron del trastero, como confirmó su dueña. A partir de ahí, la Policía Nacional emprende una investigación en la que A.H.L. se convierte en acusado de los robos, cometidos tras reventar la puerta de los trasteros con la complicidad de otro individuo, según las imágenes de las cámaras de seguridad. La orden de busca y detención del zamorano como autor de robos con fuerza fue inmediata una vez que la dueña de la bici la identifica. El arresto tiene lugar a las 13.00 horas del pasado 30 de enero en el Camino de Las Llamas y pasa la noche en el calabozo.

Pero la suerte parece sonreír al arrestado, ya que no solo sus huellas se han deteriorado tanto como para dificultar su identificación, sino que las imágenes de las cámaras tampoco permiten ver con claridad el rostro de los dos hombres que entran en los garajes de los inmuebles 6 y 8 de la calle del Consejo de Europa para irrumpir en los trasteros y robar. Las cámaras captan a dos personas que entran por la puerta de los aparcamientos privados para llevarse diversos objetos y, uno de ellos, la bicicleta de montaña con la que circulaba por Las Llamas el detenido. No se les ve la cara.

Los objetos sustraídos

Entre los artículos que desaparecieron están desde dos tiendas de campaña de diez y siete plazas valoradas en 1000 euros cada una; dos cascos de moto, así como tres sacos de camping de plumas; una caja de herramientas de 90 piezas, un taladro, una mesa plegable de camping de ocho plazas, cuatro sillas, un cinturón de trabajo, dos barras de uña, un cepillo eléctrico para puertas, una caja de botellas de vino, una máquina de liar cigarros y un paquete de tabaco, además de un aspirador de mano para coches, botas de seguridad; y una hoz, entre otras cosas.

Los dueños de otros dos trasteros de la misma calle vieron desaparecer diversas herramientas, cuatro llantas de BMW y sus neumáticos, cinco rollos de cable de unos 100 metros cada uno y distinta anchura. La otra persona perjudicada denunció la desaparición de dos bicicletas de montaña, una silla de ruedas, cañas de pescar y accesorios para este deporte, así como otros objetos.

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