¿De dónde sale la expresión "Zamora no se ganó en una hora"?

Aunque suele usarse para aconsejar perseverancia ante un trabajo costoso, la pugna de doña Urraca y Sancho II por la ciudad está detrás del refrán

Mural en el barrio de Olivares sobre el Cerco de Zamora

Mural en el barrio de Olivares sobre el Cerco de Zamora / Cedida

¿Cuántas veces has escuchado la expresión "Zamora no se ganó en una hora"? Su significado es por todos sabido: se trata de una frase hecha para aconsejar paciencia, constancia y perseverancia para afrontar un trabajo que traerá consigo esfuerzo. Si bien en la ciudad del nombre del refrán se utiliza con frecuencia, también sale de la boca de otros españoles sin saber realmente la historia que hay detrás.

Su uso no es ni mucho menos reciente y, prueba de ello, es su utilización documentada en obras literarias como La Celestina.

Mural de Carlos Adeva en Balborraz.

Mural de Carlos Adeva en Balborraz. / C. A.

El origen

Para conocer el origen del refrán hay que remontarse al asedio que en el siglo XI sufrió Zamora durante siete meses por parte de Sancho II de Castilla.

Antes de su muerte, Fernando I decidió repartir sus territorios entre sus hijos: Sancho II de Castilla, Alfonso VI de León, García de Galicia, Urraca de Zamora y Elvira de Toro. Sin embargo, en 1065 falleció el rey y fue entonces cuando comenzó una encarnizada lucha por los reinados. Zamora resistía en manos de Urraca, fiel partidaria de Alfonso VI. La ciudad era en esta época un importante enclave fronterizo y militar en la línea del Duero. Sancho la sitió, pero ni la ganó en una hora ni en los siete meses que duró el asedio, pues fue traicionado y asesinado antes de verlo acabado.

El responsable de este regicidio fue Bellido Dolfos, fiel a doña Urraca, que escapó de Zamora y logró ganarse la confianza de Sancho II para asesinarle en un momento en el que se encontraba con él a solas.