La Opinión de Zamora

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La Asociación Reforesta apuesta por la diversidad de especies tras el incendio

Los expertos piden controlar el acceso de herbívoros, aprovechar la madera quemada y ayudarse de la fauna para recuperar el terreno perdido

Incendio forestal en Figueruela Emilio Fraile

Recuperar el monte tras un incendio forestal es una tarea que precisa de amplia evaluación y planificación. El suelo es la base de todo y es lo primero a lo que debe atenderse para evitar que se pierda, por lo que habría que esperar un año para comenzar a reforestar.

Desde la ONG Reforesta conocen el valor ecológico de las zonas que se han quemado, y continúan quemándose, en la provincia de Zamora. En los terrenos había una cadena trófica completa que se demuestra con la presencia del lobo.

Reforestación sin intervención humana

Las recomendaciones que dan para la sierra zamorana se centran en priorizar la reforestación en las zonas que sean más difíciles y apoyar la regeneración natural sin intervención humana o reforestación pasiva, donde hayan quedado bancos de semillas en el suelo o existan especies reforestadoras como las urracas o los arrendajos.

Si quiere hacerse uso de la reforestación pasiva es importante dejar un gran número de troncos en pie que ayudarán a que sus raíces continúen reteniendo el suelo.

No debe introducirse maquinaria pesada para retirar la madera quemada

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Por este motivo, el presidente de la asociación, Miguel Ángel Ortega, insiste en que no debe introducirse maquinaria pesada para retirar la madera quemada, si no trocearlos y astillarlos para que sus restos abonen el suelo.

Primeras etapas

Pese a la siempre temida plaga de insectos, “se ha comprobado que buscan más la madera de árboles vivos, especialmente los debilitados, que de los muertos”. Así mismo, esos troncos favorecerán que el agua de lluvia escurra por ellos y se concentre a su pie, por lo que la base de un árbol seco se convierte en un lugar excelente para sembrar semillas, especialmente de quercíneas como la encina o el roble, que necesitan sombra en las primeras etapas de su desarrollo.

Además, es entre la vegetación remanente tras el incendio, incluyendo los troncos secos, donde la fauna reforestadora acumula semillas.

Vegetación con la que reforestar

En cuanto al tipo de vegetación con la que reforestar apuestan por la diversidad de especies por varias razones. En el caso de que haya un nuevo incendio, el combustible que este encuentre tenga características diferentes que dificulte la quema.

En segundo lugar, para que los posibles parásitos no encuentren una gran concentración de árboles de la especie que parasitan, lo cual generaría la muerte de árboles y con ello la existencia de combustible seco que sería fácilmente pasto de las llamas.

Así mismo, contribuye a favorecer la biodiversidad de fauna y restablecer antes los procesos ecológicos, como el ciclo de nutrientes o la polinización. Los arbustos tampoco deben olvidarse, pues facilitan el desarrollo de árboles a su sombra.

Animales en las zonas afectadas

En lo que se refiere al acceso de herbívoros, lo más aconsejable es reforestar en rodales. La entrada de animales durante los primeros años puede suponer el fracaso de todo el plan de reforestación.

El acceso de animales herbívoros puede utilizarse para evitar un crecimiento excesivo de la vegetación

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Para que esto no genere la falta de alimento para el ganado y otras especies silvestres, lo ideal es dejar parcelas sembradas de cereal, leguminosas y otras plantas durante el periodo de asentamiento de la reforestación.

Igualmente, de ser necesario, puede permitirse el acceso de animales herbívoros para evitar un crecimiento excesivo de la vegetación, que también puede ser controlado con una desbrozadora.

Además, estos terrenos de plantaciones actuarán como cortafuegos en caso de un nuevo incendio.

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