“Hay que racionalizar la eficiencia con la justicia”, declaró este mediodía el presidente del Colegio de Abogado, Norberto Martín Anero, para reivindicar “los juicios presenciales, donde puede verse cara a cara los testigos, acusados y denunciantes, tienen que volver a ser realidad”, reivindicó en el discurso que abrió ayer la festividad del colectivo profesional de Zamora en un nuevo entorno, la iglesia de La Encarnación, obligados por la prevención frente al COVID.
Consciente de que las nuevas tecnologías han llegado a los juzgados para quedarse, el representante de los abogados incidió en la necesidad de “volver a la normalidad, aunque cueste”, en los juicios con prueba para “que no pueda quebrarse el delicado equilibrio” que permite al juez o jueza tener una visión de conjunto del asunto a sentenciar.
Norberto Martín Anero aprovechó para pedir que el acceso de los letrados al expediente digital sea “automático, fácil y directo”, como ya lo es para jueces y fiscales u otros operarios jurídicos, y “que se nos facilite copia de las actuaciones, cuyo conocimiento es esencial para una defensa en condiciones”.
La pandemia con su impacto “sustancial” en la vida de todos, “ha alterado el camino que teníamos trazado” e influido decisivamente en los dos últimos años, “ciertamente difíciles”, manifestaba ayer el decano, junto al “avance de las nuevas tecnologías”, agregó.
El decano, de inmediato, exigió que los procedimientos, con notificaciones instantáneas gracias a la digitalización de la Justicia, puedan paralizarse para conciliar la vida familiar y laboral de los abogados, “que con tanto celo se garantiza en la Administración pública o se exige en la empresa privada, pero que con tanta cicatería se nos concede a letrados y procuradores”.
Una ley que blinde el secreto profesional de presiones externas
El decano del Colegio de Abogados criticó la lentitud en la tramitación de la Ley Orgánica del Derecho de Defensa, “que se encuentra sin tramitar incomprensiblemente en el Parlamento español”, esencial para "blindar el secreto profesional de presiones externas y salvaguardar los derechos del justiciable”. Norberto Martín Anero insistió en la trascendencia de una norma que busca "solidificar los principios de la defensa de la ciudadanía” cuando se enfrenta a un pleito judicial. “Se trata de la defensa del Estado de Derecho, de proteger el acceso de los ciudadanos a la Justicia y, desde aquí, lograr una Justicia de calidad”, indicó.
El decano tuvo un recuerdo para los abogados que fallecidos en los dos últimos años, “referentes para la profesión”, entre ellos Enrique Crespo Neches, Ramón Ariño Oporto, Fernando García Tomé, Norberto Martín Avedillo (su padre) o José Nafría Ramos, concretó. Ayer, tomaban posesión siete nuevos letrados que juraron como abogados y a los que el decano dio la bienvenida.
Frente a esos jóvenes profesionales, una veintena de compañeros eran distinguidos por sus 25 años de trayectoria en una de las profesiones esenciales en un estado democrático para garantizar la defensa de los intereses de los ciudadanos que pueden ver sus derechos conculcados. La fiesta de los abogados siguió con una comida en el claustro del Palacio de La Encarnación.
