La Guardia Civil de Zamora cuenta desde hoy, gracias a la donación de Caja Rural de Zamora, con una nueva herramienta de precisión que agilizará hallar personas desaparecidas en la provincia, un dron que permite la localización en horas nocturnas al estar dotado de una cámara térmica o en parajes con poca visibilidad y de difícil acceso al tener un zoom muy potente, explicó el teniente coronel de la Comandancia de Zamora, Héctor David Pulido, quien tuvo palabras de agradecimiento para la entidad financiera.
Por su parte, el director general de Caja Rural, Cipriano García, justificó la donación por las características de la población en el ámbito rural, de edad avanzada, por lo que considera "una necesidad importante" el poner el hombro para que Guardia Civil tenga las mejores herramientas de búsqueda de desaparecidos, en este caso, "un dron de avanzadas características con los que esas operaciones tengan éxito".
El dispositivo, que cuenta con seis baterías para poder usarlo las 24 horas del día y está conectado a un equipo informático con una pantalla grande para analizar tramo a tramo el terreno que se rastrea, reforzará la actuación de la Unidad Pegaso de la Guardia Civil que se implantó en 2020 en Zamora, "potenciará el servicio y reducirá tiempo de respuesta" en esas tareas de búsqueda de ciudadanos perdidos, puntualizó David Pulido.
El teniente coronel recordó que hasta ahora se venía contando con voluntarios que tenían drones, pero, "a veces, no contábamos con todos los medios o estos eran escasos", limitaciones que ataja el ahora donado por Caja Rural, por su sofisticación. El uso de esta tecnología surgió de la mano del auge e incremento del uso de este tipo de aparatos a nivel recreativo y profesional para prevenir incidentes, explicó David Pulido. El teniente coronel también se ha referido a que hasta ahora se ha contado con la colaboración de los propietarios de drones en el rastreo para localizar a personas desaparecidos.
En la actualidad, existen tres casos de este tipo para cuya resolución la Guardia Civil mantiene operaciones abiertas, se trata de un vecino en Figueruela de Arriba; otro, en Gallegos del Campo; y otro, en Cubillos del que la familia lleva desde 2016 sin tener noticias.
