La Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias escribió ayer una página histórica en sus casi cien años de existencia: 90 mujeres recogían por primera vez el hachón que las identifica como nuevas hermanas con derecho a desfilar en la procesión del Miércoles Santo.
La niña Carla Blanco Roales era la primera en inaugurar esta nueva etapa de apertura de la cofradía a las mujeres . “Emoción”, “nervios”, “orgullo por cumplir con la tradición familiar”, con deseo de “poder acompañar al Cristo”.
Y el anhelo de hacer realidad la incorporación de la mujer a la Semana Santa, un símbolo de la extensión de “la igualdad” para algunas de las cofrades que ayer se mezclaban con los 85 hombres que acudían a la Catedral para hacer realidad un sueño largamente esperado por muchos de ellos.
Una espera más corta para las hermanas que pudieron ver su nombre en la lista de espera de la Cofradía desde el 2 de julio de 2018, cuando la organización se ajustó al Estatuto Marco aprobado por el Obispado para permitir la entrada de mujeres en todas las cofradías.
Aún restan 160 zamoranos y zamoranas en esa relación de aspirantes, lo que podrán hacer en los próximos tres años, según vaticinó el presidente, Rufo Martínez de Paz.
Rigurosamente vestidas de negro, poco antes de las 18.00 horas cuando daba comienzo la misa previa al nombramiento de 20 mayordomos y la entrega de hachones, las nuevas hermanas hacían largas colas para ocupar su sitio en la seo zamorana, que albergó a unas 400 personas en torno al altar mayor.
Recibieron la bienvenida al final del corto discurso que ofreció el presidente del Silencio, con mención especial a que, "por primera vez, este año entran 90 hermanas que nos honraron con su solicitud hace ya casi tres años”. Una integración justificada porque “las cofradías son fruto de los tiempos en los que nacen y en los que crecen, y con esta decisión lo que hacemos es adaptarnos a la sociedad en la que vivimos”.
Enfatizó que “por fin, a tres años del centenario, la Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias puede considerarse que está completa porque no tiene sentido que quien comparte vida y devoción con nosotros tuviera vedado el acceso”.
El presidente tuvo palabras de bienvenida también para los varones que desfilarán por primera vez con el caperuz rojo en esta Semana Santa de 2022, la primera que se celebrará tras las restricciones impuesas por Sanidad a causa la pandemia del COVID.
Se retrotrajo a 1925, cuando nació la organización religiosa, para reiterar que su composición exclusivamente masculina obedecía que “la sociedad era entonces la que era y a nadie le parecía extraño que fuera así, sino todo lo contrario”.
Pero la integración en la actualidad de la mujer en todos los ámbitos exige a las cofradías “seguir ese mismo camino”. ¿Qué aportarán a la organización religiosa?, “lo mismo que en todos los órdenes de la vida”.
