Francisco José Requejo llegó a la presidencia de la Diputación con algunas ideas definidas sobre cómo quería mejorar el funcionamiento de la institución en materia de transparencia. Bajo la premisa de "abrir las ventanas" de la Encarnación, el responsable de Ciudadanos realizó una serie de declaraciones y promesas que, en mayor o menor medida, ha ido concretando. Aunque todavía falta camino por recorrer, el dirigente provincial sí tomó algunas decisiones al respecto nada más entrar al despacho. Entre ellas, publicar su agenda diaria en la web y habilitar también un espacio para comunicar los viajes que realiza en el coche oficial.

En este último apartado, llama la atención el volumen de viajes que ha realizado Requejo durante su primer semestre al frente de la Encarnación. En esta primera parte de su mandato, el presidente ha defendido de forma constante la necesidad de pisar el terreno y desplazarse a las comarcas para conocer los problemas "reales" de sus habitantes. El dirigente también ha hecho énfasis en la pertinencia de prestar atención a la situación de los emprendedores en el medio rural, una de sus principales preocupaciones.

Así las cosas, entre julio y diciembre, Francisco José Requejo realizó aproximadamente 4.000 kilómetros en el coche oficial, según los datos publicados en la web. La distancia acumulada es equivalente a la que hay que recorrer para viajar desde Zamora a Moscú, pero en el caso del presidente provincial todos los desplazamientos han sido por las comarcas, a excepción de alguna visita puntual a Portugal y de sus trayectos hasta Valladolid para participar en ferias y reuniones.

De hecho, la capital pucelana ha sido el destino más frecuentado por el responsable de Ciudadanos en estos meses. El ofrecimiento de Requejo para respaldar a alcaldes y empresarios en reuniones en las consejerías ha ayudado a aumentar esa frecuencia en los desplazamientos.

Por lo demás, Requejo se estrenó con el coche oficial a través de una serie de visitas institucionales a los alcaldes de la provincia. Así, solamente durante los meses de julio y agosto, el presidente de la Diputación acudió a Toro, Benavente, Morales del Vino, Fuentesaúco, Puebla de Sanabria, Fermoselle, Villalpando, Alcañices y Bermillo de Sayago.

Además, el 15 de agosto, añadió a esta lista otros pueblos que celebraban sus fiestas, como Villaralbo, Venialbo, Tábara o Camarzana de Tera. Aquella visita múltiple en labor de mera representación fue el preludio de otra serie de viajes a varias localidades, aunque esta vez para conocer la realidad de empresas radicadas en lugares como Palacios del Pan, Fradellos de Aliste, Perilla de Castro, Vega de Nuez, Villar del Buey, Formariz, Fornillos de Fermoselle, Gamones o Malillos.

Asimismo, por diferentes motivos lúdicos o institucionales, Requejo acudió, durante el año 2019, a Morales del Rey y Sanzoles, y repitió en varias ocasiones en Bermillo, Benavente, Toro y Camarzana de Tera.

Cabe destacar que Requejo manifestó recientemente su intención de continuar con esta dinámica durante 2020. "Creo que la única manera de trabajar es estar en la calle. Está bien hacer el trabajo interno, al que nos dedicamos incluso muchísimas tardes y muchísimas noches, pero hay que salir, ver la realidad de la provincia y que nos cuenten sus inquietudes", argumentó el presidente provincial en una entrevista de balance de 2019 concedida a este medio.

Así las cosas, en lo que va de año, el presidente provincial ya ha vuelto a Bermillo de Sayago y a Valladolid, y se ha estrenado en Ávila, San Agustín del Pozo, Villalobos, Villabuena del Campo y Cañizo, en una dinámica que no convence a todos. De hecho, desde la oposición se han preguntado en alguna ocasión si es necesario realizar tantos viajes y, sobre todo, si resulta compatible con el trabajo diario. Además, el volumen de compromisos adquiridos por Requejo en este periodo ha generado un cierto escepticismo en Izquierda Unida y PSOE ante la posibilidad de que el equipo de Gobierno no pueda cumplir con todo.

Sea como fuere, la posición de Requejo es clara. El coche seguirá en la carretera. Siempre, eso sí, fuera de los límites de la ciudad, donde se ha comprometido a evitar su uso para acudir a los actos.