El sector del vino representa "un pilar básico" de la riqueza de Castilla y León tanto por el valor económico que genera como por el número de personas que ocupa y el papel que desempeña en la fijación de población en el medio rural.
Así lo ha destacado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, en la reunión que ha mantenido esta semana con los consejos reguladores de la comunidad.
Y es que el negocio del vino emplea anualmente a 19.000 personas en la región y está compuesto por cerca de 15.500 viticultores y 650 bodegas, que generan alrededor de 3.300 puestos de trabajo directos, según los datos facilitados por la Consejería.
Se trata, por tanto, de "un sector emblemático que actúa además como motor de arrastre de otros intrínsecamente relacionados".
Desde la Junta de Castilla y León se considera además que este sector es un nicho claro de trabajadores jóvenes, dinámico y en el que se aplican constantemente la innovación y las más modernas tecnologías como un motor de desarrollo rural.
Hay que destacar que los vinos de Castilla y León superaron en 2018 los mil millones de euros de facturación y que las exportaciones a terceros países en el periodo comprendido entre los años 2015 y 2017 crecieron un 24%.
En general, la exportación del vino de toda la comunidad ha superado por primera vez la barrera de los 200 millones de euros (215 millones de euros) con 36 millones de litros vendidos.
En este sentido, hay que destacar que la Denominación de Origen Toro es la que más exporta de Castilla y León.
En la reunión de los consejos reguladores con el consejero, analizaron la situación actual de estos organismos y el modelo de defensa y de promoción de calidad de las DO, así como la adaptación a la normativa actual, las problemáticas que existen y las medidas a poner en marcha para alcanzar los retos futuros.
Carnero puso en valor la calidad de los diferentes vinos que se elaboran en la comunidad en un momento en el que uno de cada cuatro vinos de calidad que se consumen en España son de Castilla y León. "Eso se debe a la calidad de la materia prima y a la profesionalidad del sector", según destacó el consejero.
