El intento de robo en el Bingo de Zamora, abortado por la alarma del establecimiento el 26 de marzo de 2017, costará el ingreso en prisión durante seis meses a cada uno de los dos acusados por ese delito y por los daños ocasionados al establecimiento, valorados en 1.742 euros. La magistrada del Juzgado de lo Penal basó su sentencia en las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad del establecimientos, que permiten identificar a los dos individuos, de iniciales J.M.O. y J.G.L., que entraron de madrugada en el local con los dos varones que acudieron días antes como clientes. Sin embargo, su conducta confirma las sospechas tras el suceso: uno de ellos, el más corpulento, se dirige directamente a la puerta que forzarían la noche del asalto y la manipula, mientras que su compañero se situaba ante la cámara para intentar cubrirle. En ningún momento se aproximaron a ninguna de las máquinas tragaperras o a las mesas de juego, por lo que su actitud es más que sospechosa.

Esta forma de actuar lleva a la magistrada de lo Penal a concluir que ambos pertenecen a una banda organizada ubicada fuera de la provincia, en Madrid, dedicada expresamente a este tipo de delitos.

A esta conducta, se suma el que un agente de la Policía Nacional que investigó el suceso reconoció a uno de los imputados. Por último, los rasgos físicos de los dos supuestos clientes de días anteriores al intento de robo coinciden con las imágenes de las dos personas que entraron la madrugada de ese 26 de marzo al Bingo. No lograron llevarse nada porque la alarma saltó, lo que precipitó su huida. Las ropas que vestían, el anagrama, las zapatillas deportivas, la bandolera que llevaba uno de ellos son las misas que las que llevaban los dos hombres que entraron a robar. Los dos delincuentes habían forzado la verja y las puertas de entrada, así como el cuadro de luces.