El contrato para las obras del centro de salud Parada del Molino está ya en la fase de licitación para que las empresas presenten las ofertas para ejecutar un proyecto valorado en 3.541.787 euros y un plazo de ejecución de veinte meses, es decir, casi dos años, desde que comiencen.

Se trata de un edificio de cuatro plantas, que "por exigencias funcionales" supera en 58 centímetros la altura máxima del límite establecido en el Plan de Urbanismo, que son 15 metros de altura.

El nuevo edificio contará con una superficie útil funcional de 1.374 m2, frente a los 841,95 actuales y en cuanto al número de espacios asistenciales, éstos pasan de los diecinueve actuales a 33 en el futuro.

Según el plan funcional las instalaciones se estructurarán en ocho consultas de medicina general y otras ocho de enfermería; dos consultas de pediatría y otras dos de enfermería pediátrica; salas de procedimientos técnicos, de extracciones y de técnicas y curas; consulta del trabajador social; sala de coordinación de enfermería; aula de docencia; biblioteca; despacho de administración; unidad de salud bucodental (consulta de odontología, del higienista y sala); unidad de fisioterapia (consulta, sala, boxes, almacén y vestuario); unidad de obstetricia (consulta de matrona, sala, vestuarios y almacén); unidad de salud mental (consulta, consulta clínica y sala de terapias); y zona de servicios (vestuarios, aseos y almacenes).

Concretamente, según indica el proyecto, en la planta baja se distribuyen usos de atención ordinaria, con el acceso peatonal en la parte central del lado corto, desde la carretera de La Hiniesta. La planta está ocupada principalmente por la sala de extracciones, laboratorio, procedimientos técnicos y técnicas y curas y la zona de apoyo administrativo, vinculada a la zona de acceso y recepción. Estas zonas se apoyan con los espacios de servicio, distribuidos de forma que resultan cercanos y operativos en relación a las zonas que sirven.

En la planta inferior (semisótano) se sitúa la zona de rehabilitación y obstetricia, "para que no interfieran con el funcionamiento del resto de las consultas, ni con el transito producido entre éstas. También se ubican en esta planta los usos de servicio del edificio: almacenes, instalaciones, servicios".

En la planta primera se distribuyen aproximadamente la mitad de las consultas de medicina general, la zona de pediatría, zona bucodental, próxima a pediatría, polivalentes y la unidad de salud mental. Las zonas de consulta se encuentran apoyadas por espacios de servicio como zonas de limpio, aseos públicos.

En la planta segunda se distribuyen el resto de las consultas de medicina general y la unidad de salud mental. Las zonas de consulta se encuentran apoyadas por espacios de servicio como zonas de limpio, aseos públicos. En la planta tercera se distribuyen las consultas polivalentes, aseos y vestuario de personal y dos zonas de instalaciones, se encuentran la sala de calderas y depósitos.

El edificio cuenta con una salida directa a la calle Hiniesta desde la planta principal y una de emergencias hacia la calle Parada del Molino a través de la plaza creada para uso de aparcamiento de vehículos. Desde el semisótano se sale por una salida de emergencias, a esta plaza. Las diferentes plantas se unen mediante una escalera longitudinal de dos tramos lineales, con descansillo intermedio.

Se crea un espacio exterior es la plaza de aparcamiento que se propone, un espacio perfectamente delimitado y definido por el edificio propuesto y los límites de la parcela. Aparcamiento de uso público del Centro; espacio que por su configuración permitirá cerrarse mediante bolardos automáticos.

El centro de salud ha tenido una larga historia, que comienza en marzo de 2008, cuando se convoca un concurso público para la redacción del proyecto para el nuevo Parada del Molino, con el fin de que un nuevo edificio sustituya al envejecido consultorio actual. Se adjudicada en el mes de diciembre de 2008 mediante contrato a Félix Caballero Hernansanz, técnico que en julio de 2009 presenta el proyecto básico y de ejecución. En esto llegó la crisis, el proyecto simplemente se paró. Hasta tal punto de que cuando se quiso recuperar el proyecto se había quedado viejo y fue necesario convocar un nuevo concurso para la adaptación a la normativa del proyecto anterior en agosto de 2017, que fue adjudicado en diciembre de este mismo año. En este caso fueron Manuel Sánchez Azpeitia, Juan Antonio Vaquero Rodríguez y Mirja Ruipérez Calvo los técnicos que realizan la adaptación del proyecto, el documento que sirve para poder sacar a licitación las obras.

Ahora solo queda esperar que el contrato se adjudique sin mayor demora y puedan comenzar las obras, que incluyen el derribo de la actual edificación, por lo que el servicio del centro de salud se deberá prestar en otro lugar. En principio se barajó la opción de barracones prefabricados, pero al final se optó por adecuar una parte del centro de salud Santa Elena, la que ocupaban las oficinas de la Gerencia de Atención Primaria, que ya fueron desocupadas desde el pasado año previendo un comienzo de la obra que de nuevo se volvió a retrasar.

Ahora por fin parece que el asunto está lanzado y en dos años puede haber nuevo centro.Ahora por fin parece que el asunto está lanzado y en dos años puede haber nuevo centro