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Miguel Delibes de Castro | Biólogo

"Los insectos, de los que dependen los ecosistemas, desaparecen sin enterarnos"

"Resulta nocivo exacerbar el conflicto entre los prolobo y los antilobo, pues hay que conseguir el equilibrio para convivir con el cánido"

"Los insectos, de los que dependen los ecosistemas, desaparecen sin enterarnos"Foto José Luis Fernández

El biólogo Miguel Delibes de Castro, invitado por Apego Lácteo, impartió ayer la conferencia "Pequeño mamífero" en el Museo Etnográfico de Castilla y León.

-¿Qué tenemos que aprender la especie humana de los mamíferos en lo que a crianza se refiere?

-Si soy sincero creo tenemos que estar abiertos a la curiosidad. Yo estoy muy sesgado como biólogo y como naturalista, pues me parece apasionante cómo viven y, por tanto, cómo se reproducen otras especies. Creo que si hay alguna conclusión que extraer de mi aportación al libro "Pequeño mamífero. El cachorro humano y otros lactantes" es que tras cientos de millones de años de evolución cada especie, a través de la selección natural, ha conseguido un tipo de reproducción óptima para ella. Si intentamos criar un gato como una persona o un gorila como un tigre saldría mal porque las pautas de lactancia, la composición de la leche o el período de dependencia está evolutivamente muy ajustado al nivel de especie, lo que sugiere, con mucha fuerza, que el método natural, la crianza lo más natural posible, es bueno. Cambiar la crianza natural acarrea más probabilidades de que algo salga mal que de mejorar.

-¿A qué se refiere con crianza natural?

-Es algo muy difícil en la actualidad. Conlleva criar a los niños al pecho materno, tenerlos cerca de la madre y del padre durante un tiempo largo o que la madre esté muy pendiente de que la cría llore porque supone que no tiene cubierta alguna de sus necesidades.

-Y ¿la lactancia prolongada o no?

-En los primates parecidos a nosotros es muy larga. En los gorilas y los orangutanes puede pasar de cuatro años, por lo que es razonable pensar que en los humanos sería parecido, aunque fuera complementándose con otros alimentos. Insisto en que lo que se puede aprender de los animales es que eso funciona bien, lo que no quiere decir que no se puede sustituir por otras crianzas. Igual aconsejamos que el procedimiento natural para viajar es andar, pero recurrimos al avión cuando hace falta, aunque genera jet lag. Sabemos que es bueno una crianza prolongada al pecho materno y la proximidad física a los padres durante largo tiempo, pero sabemos que se puede sustituir por algo teniendo en cuenta que podemos perder algunas cosas y ganar otras.

-¿Los cachorros humanos son los más vulnerables de la naturaleza pues no somos capaces de sostenernos por nosotros mismos hasta meses después de nacer?

-Es el aspecto con el que más he discutido con el coautor del libro, Adolfo Gómez Papí, (risas) pues los hay muchos más desvalidos.

-¿Y cuáles son?

-Los zoólogos consideramos que los humanos están a medio camino entre los que llamamos precoces, que son los ciervos, los terneros o las cabras que en poco tiempo pueden ponerse de pie o pueden seguir a la madre caminando. En cambio, los conejos paren unos gazapitos que tienen los ojos cerrados, no ven y no tienen la capacidad de termorregularse; son mucho más retrasados que nosotros al nacer al igual que el canguro, cuya cría pesa un gramo, no tiene pelo y es capaz de trepar e introducirse en la bolsa de la madre y agarrarse al pezón de la progenitora. Hay aproximadamente unas 5.500 especies de mamíferos y entre otras curiosidades existe una ballena que alimenta a su cría con entre 200 y 400 litros de leche al día, los conejos solo dan de mamar una vez al día para que no los descubran los depredadores o en las selvas de Asia hay un animal parecido a una ardilla que amamanta a días alternos.

-El año que acabamos de despedir ha concluido con cerca de 50 linces muertos, lo que supone el ejercicio con más fallecimientos desde que en 2002 comenzaron a realizarse censos.

-Creo que no hay que tomarse de manera tremendista estos números, todo lo contrario; creo que hay que ser optimistas, pues en el año 2002 había menos de 150 linces en la naturaleza y morían 10 ó 15 ejemplares. En la actualidad hay unos 400 en la naturaleza y lo lógico es que mueran más. Mientras que fallezcan atropellados porque el animal está en más sitios, da pena desde luego, pero no es tan preocupante como si murieran 40 y hubiera solo 200. Si ha muerto un 10% es una tasa de mortalidad que tenemos que trabajar para reducir, pero antes no había linces ni en Portugal, ni en Extremadura y ni prácticamente en Castilla La Mancha, zonas donde ya hay y donde existen más carreteras.

-¿De qué manera se puede trabajar para reducir esa mortalidad?

-Hay lugares donde se están atropellando linces donde podrían construirse pasos para la fauna o vallados con pasos subterráneos, pero acepto que es muy difícil. Cuando yo comencé a trabajar con los linces en Doñana, hace unos 30 años, también se atropellaban y la Junta de Andalucía invirtió en pasos y disminuyeron las cifras. En un país como España con tantas carreteras hay pocos sitios salvajes grandes donde puedan vivir mamíferos como los linces que se mueven mucho y que no son especialmente espabilados para esquivar los coches. No obstante, en los sitios donde se están soltando ejemplares se hace lo posible porque existan pocas carreteras.

-Por su experiencia ¿las autoridades son sensibles para conjugar el desarrollo con los ecosistemas?

-En líneas generales creo que sí, pero va muy dirigida a los animales más emblemáticos, atractivos y famosos como el lobo, el oso, el lince o el águila imperial, cuyas cifras han aumentado últimamente como consecuencia de que la sociedad y las autoridades se lo han tomado más en serio. No obstante, el peligro está en la desaparición de insectos o pájaros hacia los que hay una sensibilidad menor y que están desapareciendo más deprisa de lo que nos gustaría.

-Lo que conlleva que?

-A largo plazo la pérdida de biodiversidad pone en peligro el propio equilibrio de la biosfera, es decir, la forma en la que está funcionando el mundo. Si desaparecen insectos hay problemas para polinizar las cosechas y si desaparecen pájaros y lagartijas, cada vez hay más plagas. Las abejas domésticas solo polinizan aproximadamente 15% de las cosechas y el resto, abejas e insectos silvestres que están desapareciendo sin que nos enteremos. La dependencia de estos animales para en funcionamiento correcto de los ecosistemas es casi absoluta.

-Aludía al lobo como uno de los animales que ha aumentado su presencia en puntos como la provincia de Zamora donde son cada vez más frecuentes los ataques al ganado en zonas donde este cánido carecía de presencia.

-Creo que hay convivir con los lobos y hay que intentar que los mecanismos de defensa contra el lobo sean cada vez mejores. En los lugares donde hacía décadas que no había ejemplares se había perdido la costumbre de recoger el ganado antes de ser de noche, tener mastines? hay que intentar que se recuperen estas prácticas, aunque, hay que ser realistas, resulta muy complicado. En las zonas donde ha regresado el lobo se produzcan daños generalmente importantes, lo que hay que hacer es buscar fórmulas para minimizar los conflictos sin que tenga que ser o el lobo o nada. Hay que conseguir convivir con el lobo, lo que no es fácil, lo reconozco. Lo peor desde mi punto de vista es exacerbar el conflicto entre los prolobo y los antilobo porque no se logra un equilibrio.

-Usted fue director de la estación biológica de Doñana durante ocho años. ¿Cuál es el estado de salud de Doñana tras el fuego del pasado mes de julio que afectó a 8.500 hectáreas de las cuales 5.700 correspondían al parque natural?

-Doñana está francamente bien para cómo podía estar, pero con problemas importantes que siempre va a tener. Aspirar a tener un lugar de entre 50.000 y 100.000 hectáreas bien conservadas en un lugar que se desarrolla muy deprisa, con mucho turismo y muchas carreteras resulta muy complicado. Doñana tiene problemas con el agua dulce porque compite con las urbanizaciones y con el regadío, hay que mantener un ten con ten permanente. Doñana está conservada cada vez de manera más artificial porque cada vez hay que poner más límites de uso. Se ha hecho un gran esfuerzo por su mantenimiento y es irresponsable decir que está en peligro de muerte. En cuanto al fuego se han realizado actuaciones de urgencia y hay una comisión que está estudiando con calma lo que se debe hacer. Hay que esperar para ver cómo evoluciona el terreno, aunque hemos tenido un poco de mala suerte porque ha llovido muy poco. Por el momento hay mucha vegetación que está empezándose a recuperar y, sobre ella, habrá que diseñar los planes de reforestación.

-El almacén de gas que promueve la firma Gas Natural Fenosa en el subsuelo de Doñana recibe este año otra subvención de 6,3 millones de euros, según recogía anteayer el Boletín Oficial del Estado.

-No tengo constancia de esa ayuda, pero desde el Consejo de Participación del espacio natural de Doñana que presido se ha dado un informe contrario a ese proyecto, aunque este documento no es vinculante. Los tres proyectos existentes deben de tener una nueva evaluación ambiental, algo también aconsejado desde el Defensor del Pueblo.

-Desde su punto de vista, ¿cuál es el estado de las Lagunas de Villafáfila o del Lago de Sanabria?

-Son realidades que conozco mucho peor por no estar en Zamora. Sé que son entornos importantes y seguro que las lagunas están mal porque no ha llovido nada. En la naturaleza no es malo que haya un año seco, mientras que en la agricultura resulta desastroso. En la naturaleza la alternancia entre un año lluvioso y otro que lo sea menos es hasta deseable porque hay especies que habrán progresado con la sequía. Lo que sí es nocivo es que cada anualidad sea más seca y más cálida que es hacia donde estamos yendo. Ya están cambiando los ecosistemas. Están llegando a nuestra latitud especies de mariposas y de aves que antes no venían debido al calentamiento global que ya nadie pone en duda, ni tan siquiera lo cuestiona Trump, y ante el que solo podemos luchar limitando el uso de combustibles fósiles y cambiando el sistema de producción de energía, modificaciones complicadas.

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