El mentalista Toni Bright recala en la ciudad el domingo con una propuesta que no dejará indiferente.

-Pisa un escenario zamorano con el espectáculo "Magia en la mente", un título, cuanto menos prometedor.

-Se trata de un espectáculo ameno, participativo y muy cercano, donde toman parte niños desde los cinco años hasta personas de 99 años. Es un show que pueden presenciar niños a partir de los cinco o seis años que es muy interactivo. Tenemos la suerte de estar en gira por España y de estar de fijo en Gran Vía en Madrid. Tras asistir el público sale sorprendido y me dice que es la mejor experiencia que ha vivido en su vida.

-Y ¿cómo se le ocurre desarrollar esta experiencia?

-Nace de mi deseo de volver a creer en cosas que dejamos de creer hace tiempo. Tenemos que volver a creer en nosotros mismos, tener experiencias y pensamientos positivos y todo lo que realmente creamos se puede llegar a realizar. "Volver a creer" es un compendio de los mejores efectos mentales que he hecho en varios espectáculos desde "contactar con espíritus", leer la mente de la gente, doblar cucharas...

-¿Qué le llevó a especializarse en esta rama artística?

-Desde pequeño me ha atraído esta disciplina y es muy bonito convertir tu afición en tu profesión para lo que me he formado mucho. He tenido que estudiar durante años y lo que hago, lo he aprendido por mí mismo. Un mentalista tiene que usar mucho las habilidades sociales, la psicología, la sugestión y la hipnosis. Yo utilizo la mente de las personas como los magos las cartas.

-En estos momentos ¿resulta fácil acceder a nuestras mentes?

-El 90% de la gente reacciona de la misma manera. Somos un animal de costumbres (risas).

-Y ¿desconfían de su trabajo?

-El público tiene miedo de nuestro trabajo porque mucha gente guarda cosas que no quiere que sepas, temen que conozcan alguno de sus secretos. Cuando actuó, actuó y luego ya estoy de paisano. (Risas)

-Resulta más habitual presenciar magia de cerca, los números con cartas, bolas o cuerdas aunque proliferan propuestas como la suya o las del mago Pop.

-No corren muy buenos tiempos en España para el mentalismo porque en televisión cuando sale un mago solo hay amateurs. No llevan a los buenos profesionales de esta rama sino a mentalistas que actúan en bodas y comuniones y que ni siquiera están dados de alta en la Seguridad Social, lo que es muy triste y que afecta a los que sí somos profesionales porque presentan efectos que no están muy preparados y su práctica es un intrusismo. El mago Pop no me gusta porque utiliza compinches. Soy muy exigente conmigo mismo lo que me obliga a ir mejorando en mis espectáculos para dar los mejor de mí en los show que realizo.