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Ara Malikian | Músico

"Un artista debe ser valiente y cambiar; tiene que crecer y aprender"

"Hay que mantener un respeto por todos los ritmos y desterrar el pensamiento de que la clásica es la única música culta"

"Un artista debe ser valiente y cambiar; tiene que crecer y aprender"

El violinista Ara Malikian ofrece un concierto este domingo, día 28, en la plaza de la Catedral a partir de las 21.30 horas.

-Hace unos meses pisó el Teatro Principal con la propuesta de "Pagagnini" y ahora regresa a la ciudad con un trabajo más personal.

-Acudo dentro de una gira de dos años que nos ha llevado por muchos lugares del mundo y estamos felices ahora de llegar a Zamora con un proyecto que a mí me gusta mucho y que nace por mis 15 años viviendo en España. Se trata de un concierto, mejor dicho un viaje musical en el que pasaremos por muchos países, por muchas culturas y muchas épocas de la música. Habrá desde Vivaldi, Mozart, Led Zeppelin, David Bowie pasando por flamenco, como Paco de Lucía, músicas de distintas culturas y algunos temas míos. Será un concierto muy diferente y para muchos gustos. Estaremos sobre el escenario cinco instrumentos de cuerda y dos percusionistas, aunque estamos todos con instrumentos clásicos pueden sonar también a flauta o guitarra eléctrica.

-¿Qué le impulsa a mezclar tantos estilos y tendencias, a aunar músicas tan distintas?

-No es fusionar por fusionar, la verdad que cuando escucho una música que me gusta, la toco con el violín. No lo hago por hacer, sino que toco todas las músicas que me gusta y considero que hubo genios en el siglo XVIII y XIX y que hubo excelentes músicos y genios en este siglo y ¡por qué no combinar en un concierto a los grandes genios independientemente de su época!

-¿Al tocar el violín, un instrumento de los denominados clásicos, aproxima la música a otros públicos?

-Realmente es así. Me siento muy afortunado porque a nuestros conciertos vienen melómanos de muchos gustos, desde aquellos que les gusta el clásico a otros que les apasiona el rock que descubren un tema de otros estilos que quizá no conocían. Tocamos todas las músicas que nos emocionan y nos motivan y reunificamos al público.

-Usted es un virtuoso que se han apostado por acercar la música en general al público generalista pero ¿cuál fue el detonante para hacerlo?

-Fue poco a poco porque hace 30 años estaba metido en el mundillo de la música clásica y quería dedicarme a ella. Sin embargo, vi que no encajaba en este ámbito por mi manera de entender la música y por mi respeto a otro tipo de músicas, pues no está bien visto que te guste la música cíngara y el jazz. Es un círculo cerrado al que vi que no podía pertenecer y empecé a hacer mis cosas.

-¿Cómo definiría ese hacer?

-Lo primero es tener un respeto a otras músicas y no pensar que la única música culta es la clásica. Es el respeto a las diferencias y a las culturas. Me encanta la diversidad porque es abrir la mente y respetar. Si eso se hiciera en otros ámbitos de la sociedad nos iría mucho mejor y viviríamos más felices.

-El proyecto "15" concluye en breve y con ello cierra una etapa de su trayectoria que prosigue con un disco integrado por temas propios.

-Ahora en septiembre concluimos la gira de "15" y luego empezaré a grabar otro trabajo y en noviembre comenzaremos una nueva gira de ese nuevo disco que integrarán solo temas propios. Hasta ahora he tocado mis temas de manera ocasional pero en este nuevo álbum me centraré en esta faceta mía. Para mí es muy bonito crear y luego hacer la música que he creado en concierto, emociona mucho. Es una faceta que, quizá, los últimos cien años se ha perdido. Antes los músicos componían y luego interpretaban ellos mismos sus obras. Como yo conozco muy bien mi instrumento compongo a mi medida para él violín y lo disfruto mucho en el escenario.

-Su pasión por la música se debe a que...

-Mi padre era violinista por lo que como se dice lo mamé en casa. Él era un gran enamorado de la música y tocaba el violín y me lo transmitió.

-Lleva muchos años en la primera línea de la música.

-Y cada día sueño con ser violinista y que este sueño dure mucho tiempo. Cada día estoy más ilusionado con la profesión porque hago lo que me gusta de la manera que me gusta y puedo arriesgar. He tocado sin orquesta y cuando sentí que había que cambiar lo hice y fundé la mía. Creo que hay que ser valiente y cambiar, siempre uno tiene que intentar crecer y aprender. El artista tiene que reinterpretarse siempre.

-Usted llegó siendo muy joven a Alemania, donde fue un refugiado oficial lo que contrasta con la situación que ahora afrontar miles de personas.

-Es una situación muy preocupante. Estos años estamos viviendo una época en la que hay más refugiados que en la Segunda Guerra Mundial y lo peor es que Europa se está negando a ayudar a los que más lo necesitan, lo que, desde mi punto de vista, es lamentable. Antes de ser políticos y antes de los intereses somos todos seres humanos y cuando unos necesitan ayuda, tememos que estar a su lado. Los refugiados se van de su país porque van a por ellos y tenemos que estar al lado de esas personas. Yo lo hago de muchas maneras, una parte de la recaudación de mis conciertos van a la ong con la que trabajamos, Acción contra el hambre, pero sin duda algo más importante es concienciar a la gente. Los refugiados no son una amenaza para Europa, son gentes que han tenidos su vida, su casa y de un día a otro han tenido que salir de su hogar y necesitan un techo hasta volver a su país.

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