La mujer que sufrió una brutal paliza el día 21 de marzo ya había sido víctima de otra agresión por dos varones con anterioridad, causa que investiga ya un juzgado de la capital y que dio lugar a la orden de protección policial durante 24 horas. Además, el fiscal de Violencia de Género acaba de solicitar la declaración por quebrantamiento de condena del exmarido de la zamorana que sufrió una brutal paliza el 21 de marzo, por incumplir la orden de alejamiento fijada en sentencia que se prolongará hasta el año 2020 y que le impide aproximarse a la mujer. Esta intervención judicial se produjo después de que el dispositivo GPS, la "pulsera", que lleva colocado en el tobillo para su permanente localización por la Policía Nacional alertara de que se acercó a su víctima a escasos metros.

De inmediato, el Juzgado de Violencia de Género abrió diligencias sobre el incidente, ocurrido en enero pasado cuando el hombre acudió a visitar a sus hijos en el punto de encuentro desde la capital en la que reside, en otra comunidad autónoma. En estas actuaciones judiciales, anteriores a la agresión, se ha personado el fiscal especializado, quien la acusa de quebrar la condena, delito que podría conducirle a prisión de nuevo, dado que "tiene antecedentes vivos en Violencia de Género", indican las fuentes consultadas por este diario.

El Ministerio Público ha solicitado que se tome declaración al acusado sobre el incumplimiento de la condena, lo que se hará por exhorto en un juzgado de la ciudad en la que vive el condenado. El hombre ha cumplido tres años de prisión, en la que ingresó en 2010, según los datos recabados por este diario.

El acusado volverá a Zamora el próximo sábado para visitar a sus hijos en el punto de encuentro (lo hace fines de semana alternos) durante dos horas, jornada en la que la Policía Nacional debe mantenerle vigilado y escoltarle cuando sale de la capital rumbo a su ciudad de origen para asegurarse de que la abandona. También se refuerza la protección de la mujer maltratada, a quien un policía acompaña durante las horas de permanencia de su exmarido en la ciudad zamorana.

Al salir de la cárcel, el Juzgado colocó el sistema telemático al maltratador, que permite mantenerle localizado en todo momento desde un centro durante las 24 horas del día, al igual que a la mujer, que lleva siempre encima otro dispositivo y un teléfono para conectar directamente con la Policía Nacional. En ese centro trabaja personal cualificado que recibe las incidencias e informa sobre ellas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sea la causa que sea, por un fallo técnico de los aparatos o por una emergencia. El maltratador no puede quitarse nunca la pulsera como medida de protección a la maltratada.