La prórroga del convenio para continuar el arrendamiento de la Casa de los Gigantes para albergar la obra de Baltasar Lobo expira en dos semanas, a la espera de que el nuevo contrato sea aprobado definitivamente tras su paso por los servicios municipales de Intervención y Secretaría. Tras numerosos tiras y aflojas a finales del pasado año e inicios de ejercicio en curso, el nuevo contrato implicará la prórroga durante un año más -a partir del 1 de abril- con prórrogas cuatrimestrales durante otro año. Este contrato estaría sujeto a ampliaciones de cuatro en cuatro meses salvo que, con una antelación mínima de 30 días del vencimiento de cualquiera de las prórrogas, el Ayuntamiento comunique por escrito su deseo de no ampliar más los plazos.

El concejal de Fundaciones en la institución municipal, Francisco Javier González, confía en que estas dos semanas que restan hasta la finalización de la prórroga del convenio sean suficientes para la puesta a punto del nuevo contrato, con independencia de que haya que solventar algún reparo por parte de los técnicos.

El equipo de Gobierno municipal fue muy optimista en sus cálculos y auguraba que un año y tres meses más de arrendamiento del edificio -plazo que concluye en quince días- sería tiempo suficiente para tener lista la nueva sede de Lobo, en el antiguo consistorio. Nada más lejos de la realidad, ya que en el momento actual, a solo unos días de la conclusión del convenio, ni siquiera han arrancado las obras del Banco de España, paso imprescindible para que la actual sede de la Policía Municipal quede vacía. El plazo de ejecución de las obras del Banco de España están establecidos en medio año, es decir, que al menos hasta bien pasado el verano no será posible el traslado. A partir de ese momento, será necesaria la intervención en el viejo Consistorio, que implicará obras de adecuación, instalación de un ascensor y mejoras notables en cuanto a las barreras arquitectónicas del edificio.

El concesionario del inmueble ha accedido a este acuerdo después de varios escritos cruzados con el concejal de Fundaciones, Francisco Javier González. El empresario -hay que recordar que el titular de la Casa de los Gigantes es el Cabildo Catedralicio- decidió a primeros de año flexibilizar su última oferta, que consistía en ampliar el alquiler del edificio durante dos años más en los mismos términos económicos que hasta ahora y, a partir de ese momento, aceptar prórrogas con carácter anual. Sin embargo, el trato finalmente fue encaminado hacia otra dirección hasta llegar al acuerdo actual.