Archivos con nombres como "Lolitas", "Teenagers" o "Babyj". Este material de carácter pornográfico infantil fue localizado por la Policía Nacional en el registro que se realizó en septiembre de 2009 en el domicilio del zamorano que ha sido condenado a dos años de prisión por la Audiencia Provincial de un delito de posesión con facilitación de la difusión de material pornográfico. En la sentencia, además, se acuerda el decomiso de los soportes digitales intervenidos, así como de los ficheros y archivos igualmente ocupados.

A través de una comunicación del agregado policial de la embajada de España en Brasil se puso en conocimiento de la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía la existencia de intercambio de ficheros de contenido sexual que afectaba a menores entre usuarios de ambos países, lo que dio pie en España al desarrollo de la denominada Operación Ruleta.

Entrada y registro

Fue así como se comprobó que durante un determinado periodo de tiempo el acusado realizó conexiones de intercambio de ficheros, por lo que se solicitó la correspondiente autorización de entrada y registro del domicilio, interviniéndole varios ordenadores y discos duros. Una vez analizado el material se encontraron archivos de contenido pedófilo.

En su declaración durante el juicio en la Audiencia el pasado mes de octubre, el acusado, de 49 años, reconoció que se había descargado "pornografía de adultos" y aunque los agentes que registraron sus ordenadores y revisaron el programa de descargas encontraron rastro de pornografía infantil, a él "no le constaba" haberse bajado ese tipo de material en ningún momento.

Los agentes que testificaron en el juicio corroboraron que a través de esa dirección IP se habían descargado "12 o 13 archivos de pornografía infantil", siendo "explícitas" las imágenes. También explicaron que los usuarios que se bajan ese tipo de material "lo buscan deliberadamente, porque hay palabras clave". Las descargas, además, coincidían con las detectadas por la policía de Brasil.

Por último, el perito concluyó que en el disco duro se localizó instalada la aplicación de descarga y que tras comprobar sus archivos de configuración se observaba que se estaban descargando archivos con nombres pedófilos, "que no fueron hallados en el disco duro", pero que con técnicas de recuperación se encontraron varias imágenes.

La pena se reduce respecto a la solicitada inicialmente por el Ministerio Fiscal, cuatro años y medio. Para ello, los magistrados tienen en cuenta que el acusado carece de antecedentes penales, por lo que "aunque su conducta resulta desde cualquier punto de vista censurable", se le impone la pena en la mitad inferior de la prevista en el tipo penal. Consideran "ajustados" los dos años "dadas las circunstancias del caso, la entidad concreta de la conducta difusora de material pedófilo y la proporcionalidad de la misma a la gravedad del comportamiento acreditado del acusado".