La Policía Nacional ya ha identificado al autor de los robos de bronce registrados en las últimas semanas en el casco urbano de la capital. La subdelegada del Gobierno de Zamora, Clara San Damián, asegura que la investigación se encuentra muy avanzada y el "delincuente urbano" será detenido pronto.

El robo de bronce en el patrimonio de la ciudad acumula pérdidas que rozan los 10.000 euros a consecuencia de los saqueos que se han producido placas, letras e insignias de monumentos en los últimos dos meses. Ante esta situación, el Ayuntamiento reclamará al seguro para intentar cubrir los gastos de la reposición de los materiales con cargo a la póliza. En este sentido, el equipo de Gobierno ha solicitado a la Policía Municipal un informe con un inventario para recoger toda la relación de elementos de bronce desaparecidos y, a partir de ahí, hacer la reclamación al seguro con el que cuenta el Ayuntamiento.

Hasta el momento, los robos localizados se han detectado en el monumento de la Diputación Provincial dedicado al Maestro Haedo, en la plaza de Arias Gonzalo, así como en la estatua que homenaje a Fray Diego de Deza, en la plaza del mismo nombre. Además, a estas sustracciones hay que añadir el robo de la placa en el busto de Sor Ignacia de Idoate, obra del escultor zamorano Antonio Pedrero, así como la concha y el bastón del monolito ubicado en el acceso del albergue de peregrinos, emplazado en la cuesta del Pizarro.

Como medida preventiva, la pasada semana el Ayuntamiento de la capital retiró la placa recién instalada en homenaje al poeta zamorano Jesús Hilario Tundidor junto a la Diputación para su posterior colocación en un lugar más alto que dificulte su acceso. Para ello, el Ayuntamiento ya cuenta con el permiso pertinente de la institución provincial -al estar instalada sobre su propiedad- a la espera de su colocación en los próximos días por parte de su autor, Ricardo Flecha. Será necesario tapar los orificios existentes y colocar la insignia unos metros más arriba, pero en lugar visible. Otro intento de robo finalmente frustrado ha sido en la estatua del congregante con el niño tallada en una de las fachadas de la cofradía del Santo Entierro.

En la mayoría de los casos, los autores de los hechos se han llevado letras, cornisas, medallones y cualquier pieza de bronce cuyo destino final parece ser el mercado negro para la compraventa ilegal.

Mientras tanto, la Policía Municipal ha puesto en marcha un dispositivo para vigilar el robo de bronce con el objetivo de erradicar esta práctica de moda en los últimos meses en Zamora. Para ello, ha aumentado el control por parte de agentes de paisano que puedan pillar a los cacos con las manos en la masa en el momento del robo del material. Desde el equipo de Gobierno también han pedido colaboración ciudadana para que avisen a la Policía Municipal o Nacional en el momento en el que observen movimientos sospechosos. Se da la circunstancia de que la mayoría de los delitos se produce durante la nocturnidad, lo que dificulta el proceso de detección de los autores.

A las pérdidas de alrededor de 10.000 euros, según fuentes del equipo de Gobierno, a consecuencia de los robos en el patrimonio de la ciudad, se suma el saqueo de los embellecedores y pomos de bronce que se colocan en las puertas de hierro de los edificios de la capital. Sus autores son expertos en desmontar, de manera cuidadosa y limpia, las valiosas piezas del metal: desatornillan los elementos decorativos y dejan el hierro pelado.