Varias empresas zamoranas han mostrado su disconformidad con el Ayuntamiento tras recibir "de golpe" facturas de basura comercial atrasadas correspondientes a los ejercicios 2012 y 2013. Ante esta situación, el portavoz del equipo de Gobierno, Francisco Javier González, justifica el desfase en "una cuestión de encaje técnico" y asegura que "hemos insistido para que no vuelva a ocurrir algo así". En este sentido, pide "disculpas" a los afectados por no girarse a tiempo y ocasionar trabas en la economía de los establecimientos.

Además, varios negocios se han quejado también por lo que llaman "doble imposición de la tasa de basuras". El fondo del asunto está en que el Ayuntamiento gira dos recibos diferentes: uno correspondiente a la cuota fija, a la que debe de hacer frente el propietario del local en cuestión, y otro por la cuota variable, en cuyo caso es la persona que regenta el inmueble el que debe abonar este pago. Sin embargo, cuando ambos titulares coinciden reciben dos recibos diferentes que "entiendo que pueden provocar sorpresa, pero no tiene otra finalidad que separar una cuantía de otra, una modificación que se aplica en muchas ciudades y que se modificó en su momento en Zamora de buena fe", esgrime González Hernández.

Los últimos en salir a la palestra ante este modelo ha sido la Asociación Zamorana de Academias y Profesores Particulares, que reivindica al Ayuntamiento la retirada de la doble imposición de la tasa de basuras: de los inmuebles y por la actividad. La AZAP "ruega a quien corresponda" en la institución municipal a que "recapacite y reconsidere si esta medida es la necesaria para ayudar a fomentar la actividad económica y el empleo en nuestra ciudad". En este sentido, piden que "rectifiquen y anulen este impuesto, devolviendo las cantidades ingresadas", esgrimen desde el colectivo zamorano. La postura del equipo de Gobierno es clara al respecto y no hay opción de recular, dado que "se trata de la suma de las dos variables y el resultado sería el mismo en dos recibos que en uno solo", justifica el portavoz municipal. Los empresarios, por el contrario, consideran que este aspecto es "una puntilla más y, en algún caso, la última de nuestra maltrecha economía".