"Es una fiesta tradicional en los pueblos que también se celebra en Zamora y que quiero que mi hija la conozca", expresaba ayer Carmen Alonso en la plaza de San Antolín, a donde había acudido con su hija Paula para que la tortuga que recibió la niña como regalo de Reyes fuera bendecida con motivo de la fiesta de San Antón, el patrón de los animales. La pequeña Alicia Rosino, de cuatro años, quería que le "mendicieran" a su conejo R8, aunque cuando salía de casa "quería traer también a los peces que tenemos", decía su padre mientras algún niño se acercaba para contemplar al conejito.

También llamó mucho la atención el cordero el Pequeño Nicolás de José Luis Cabello. "Es el tercer año que acudo con un ejemplar y lo hago para que los niños vean más que gatos y perros". Precisamente varios canes comenzaron a ladrar cuando la comitiva de la procesión que salió desde San Vicente encaró los primeros pasos por la Lana. Los mayordomos y hermanos acompañaron a la imagen del santo, portado en andas por varios integrantes de la cofradía de San Antonio Abad, por las calles más importantes del barrio hasta concluir el itinerario en la plaza de San Antolín, donde aguardaban decenas y decenas de personas, muchos de ellos niños con sus mascotas, entre las que figuraban tortugas, loros, conejos, gatos y, sobre todo, numerosos perros de razas muy diversas. "¡Qué cantidad de perros hay este año y qué poca gente para ser sábado!" comentaba un habitual de la bendición.

Con el humor que le caracteriza el sacerdote José Álvarez bromeó sobre "dar a cada animalito una gota de agua para asegurar su supervivencia". También aludió a preguntas efectuadas por algunos de sus feligreses sobre la entrada de los animales en la iglesia con motivo de la celebración de San Antón. "¡A ver si nos preocupa más que vayan las mascotas y nos quedamos nosotros fuera!", señaló entre risas para a continuación recordar que los animales comparten la vida y las vicisitudes del hombre. Tras realizar una bendición general, uno a uno fue regando con el hisopo a todas las mascotas congregadas.

Los toros, los salvajes lobos y mastines que protegen los rebaños protagonizaron los versos que integraron la relación que pronunció, un año más, Manuel Prieto Martín y que dio paso a la subasta, en la que regalaron una cabra y un cordero a la Cofradía de San Antonio Abad.

Cofradía del cencerro

Las celebraciones del patrón de los animales continuaron en el caso de la Cofradía de San Antonio, que por la mañana dio la entrada a cinco nuevos hermanos, con una tradicional sanatonada en un establecimiento hostelero de la ciudad, en tanto que a media tarde se reunieron los integrantes de la denominada "cofradía" del cencerro, creada en el año 1962. Su medio centenar de socios, tanto hombres como mujeres, recorrieron la ciudad y repartieron roscas de San Antón, entre establecimientos conocidos, ataviados como tratantes de ganado y acompañados de una burra y dulzaineros.