Todos han cumplido los 70 años, pero siguen con la misma ilusión de hace 55, cuando se reunieron por primera vez para cenar aquel 28 de diciembre de 1959 un menú en el bar Salamanca que les costó noventa pesetas "de las de entonces". La historia se repitió ayer en el céntrico establecimiento de La Oronja Círculo de Zamora, donde este grupo de amigos volvió a reunirse para celebrar más de medio siglo de amistad.

La pandilla de este año estuvo formada por once personas: Luis Miguel Prieto Sogo, Felipe Hernández Rodríguez, Tomás Ángel Ramos Guerreira, Manuel Rafael Villar, Eduardo Gallego Esteban, Justo Méndez de la Cruz, Emilio Lucas Méndez, Fernando González Chillón, Mariano Michinel García, Valentín Tola Baladrón y Alfredo Prieto Blanco. En el recuerdo permanecen aquellos que ya no están, como es el caso de Antonio García Millán, José Luis de Castro Martín y Ángel González Guillermo.

"Ya solo quedan dos personas trabajando", detalla Eduardo Gallego, uno de los organizadores, que reside en Zamora. El resto de compañeros se reparten entre ciudades como Sevilla, Madrid, Salamanca o Valladolid. Ingenieros, químicos, funcionarios, abogados o empresarios, todos ellos recordaron viejos tiempos alrededor de la mesa, mientras que algunas de sus mujeres comían en un comedor aparte. "No ha habido ninguna separación matrimonial, lo que es todo un récord a estas alturas", subraya Gallego. Además, entre todos suman 32 hijos y 34 nietos.

Con el paso del tiempo, la tradición se ha ampliado más allá del día de los Santos Inocentes, cuando no falla ninguno de los amigos. Además de en estas fechas navideñas, el grupo también aprovecha a reunirse en otras ocasiones. "No hace falta que haya ningún motivo especial", reconoce Gallego, pero todos han acudido a la celebración del 70 cumpleaños de cada uno de ellos.

Esta jornada de convivencia sirve también para debatir sobre las actividades que se realizarán en 2015. "De todas las reuniones se levanta la correspondiente acta, que es remitida a cada uno para su archivo. Cualquier año de los próximos se podrían editar, aunque seguramente solo servirían para que nuestros nietos se rieran un poco recordando a sus abuelos", indica.