"Ante esta situación de impotencia frente a la Junta de Castilla y León, que se supone que está para protegernos y ayudarnos, solicitamos apoyo para que nos ofrezcan una solución factible y justa de acuerdo con nuestras exigencias". Con esta encabezado los vecinos de los pisos sociales juntos al antiguo matadero municipal, en la avenida de Galicia, recogen firmas a las puertas de la delegación territorial de la Junta.

Por turnos y provistos de mantas, bocadillos y hasta una cama supletoria, los vecinos afectados protagonizaron ayer la segunda jornada de movilización para que la administración costee el cambio integral de sus calderas, al entender que "no se trata de un problema de mantenimiento, como intentan hacer creer a la opinión pública, sino de errores de construcción". La plataforma vecinal insiste en que "además de los vicios ocultos que se arreglaron en su día, otros permanecen sin solución, como es el caso de la chimenea", reprochan, en referencia al "problema de fondo". En este sentido, aluden una vez más a los hasta tres escritos de denuncia presentados ante la Junta años atrás para exponer la situación, si bien la administración "archivó todas las denuncias sin más".

A juicio de los vecinos de las viviendas promovidas por la Junta, una subvención de un tercio del coste del cambio de las instalaciones a gas -opción ofrecida por el delegado territorial, Alberto Castro- "no es una solución", de ahí que planteen manifestaciones diarias en el interior y exterior de la delegación territorial para sumar apoyos. La acción continuará "sine die" como medida de presión".