El fallecido fue dueño de la marmolería de Regimiento de Toledo

Los vecinos del barrio de La Candelaria conocen bien a la víctima del atropello, quien todos los días paseaba por esta zona, propietario con sus hermanos de Marmolería Zamora, negocio que su padre abrió en la calle de Regimiento de Toledo cuando llegó de Almería y que años después trasladarían a la carretera de Villalpando, cerrada desde hace unos quince años.

El hombre, soltero, sin hijos y vecino de la carretera de la Aldehuela, solía acudir cada día a a la calle de Obispo Acuña, donde ayer le recordaban como una persona afable, que nunca causó ningún conflicto, cliente habitual de algunos establecimientos de hostelería de esta popular zona, en los que alternaba, según los testimonios recabados por este diario.

Hasta la media tarde de ayer, ningún familiar se había interesado por el vecino víctima del fatal desenlace del accidente que mantuvo en jaque a la Policía Municipal desde la madrugada, cuyo trabajo quiso reconocer el concejal de Seguridad de Zamora, Jesús Alonso, que ensalzó la "magnífica investigación" realizada.