Tres voluntarias en el programa Servicio de Atención y Protección para mujeres víctimas de violencia de género (Atenpro) se encargan de ayudar a las 32 mujeres que están registradas en el servicio de Cruz Roja. "Hacemos lo que nos demandan, somos una red de apoyo", afirma Alejandra González Blanco, responsable de Atenpro "Les facilitamos el día a día".

Para que las mujeres puedan acceder a este servicio de Cruz Roja de Zamora, primero tienen que pedirlo a través de los Centros de Acción Social (CEAS), dependientes de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. Se les hace un expediente tras haber explicado cuál es el problema. Las usuarias tienen que ser víctimas de violencia de género y haber realizado anteriormente una denuncia. Las mujeres tienen que beneficiar de una orden de alejamiento y no convivir con su agresor. Tras el permiso concedido, se les entrega un teléfono móvil que, superficialmente, parece totalmente normal. Sin embargo, posee un botón especial que sólo la mujer maltratada conoce y que puede pulsar si hubiera una agresión. Si no puede contestar por una situación violenta, el artefacto posee un GPS que permite localizar a la víctima, y de ese modo, las voluntarias del programa llaman para que acudan las fuerzas de seguridad.

"Nosotras no les aportamos ayuda psicológica permanente, derivamos a las mujeres hacia su médico de cabecera para un apoyo más seguido". Sin embargo, sí les auxilian de manera puntual, apunta González Blanco. "A veces sufren pesadillas, nosotras las ayudamos en cualquier tipo de problema que puedan tener y las calmamos". Si es más duradero, las voluntarias se encargan de pedir cita a salud mental para un apoyo psicológico seguido. Además, el programa está coordinado con la Policía Nacional, en el que cada mujer maltratada tiene un agente asignado para su protección. Ellas pueden contactarlos de manera personal en cualquier momento. El servicio de Cruz Roja es solo para mujeres, aunque sus hijos puede acogerse dentro del programa, sean niños o niñas, pues son considerados "daños colaterales" si también son víctimas del maltrato. Sean mayores o menos de edad, tienen derecho a un teléfono móvil en caso de necesitar asistencia.