Aunque el bocado atribuido al mono de La Aldehuela no tuvo importantes consecuencias para el hombre que lo denunció, lo cierto es que la herida, un hematoma, tardó en curarse quince días. Un informe del forense del Juzgado de Toro acreditó la existencia de la lesión, que solo requirió una asistencia médica, por lo que la Fiscalía, de haber continuado con la acusación contra la familia denunciada, podría haber exigido la imposición de una multa de 20 euros por cada uno de los quince días durante los que la víctima tuvo molestias.

El Ministerio Fiscal había acusado al supuesto propietario del mono y a sus padres del delito que se incluye en el artículo 631 del Código Penal, en el que se concreta una condena de multa de uno a dos meses a "los dueños o encargados de la custodia de animales feroces o dañinos que los dejaren sueltos o en condiciones de causar mal". La cuota a pagar se establece en función de las lesiones o daños causadas a cada víctima.