El número de Expedientes de Regulación de Empleo aprobados por las empresas de la provincia se ha reducido un 63% entre enero y abril de este año con respecto al año pasado, según los datos con los que cuenta el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. De esta manera en los cuatro primeros meses de este ejercicio se han abierto 173 ERE por los 470 del mismo periodo del año anterior.

De los expedientes abiertos 17 fueron despidos colectivos, sin duda la modalidad más agresiva puesto que con ella se rescinden los contratos de los trabajadores afectados sin posibilidad, al menos en circunstancias normales, de regresar a la nómina de la empresa. Cien expedientes han ido encaminados a suspender temporalmente a los trabajadores, lo que les deja en el paro durante un número determinado de meses para luego regresar a su puesto de trabajo con las mismas condiciones que lo abandonaron. Por último, más de medio centenar (56), se saldaron con reducción de jornada de parte de la plantilla.

En Castilla y León se han formalizado 5.527 Expedientes de Regulación de Empleo en los tres primeros meses del año. Siguiendo la tónica provincial, más de 4.000 de estos procesos fueron de suspensión de contratos.