El obispo de Zamora, Gregorio Martínez, en la homilía de la eucaristía con motivo del Día del Seminario, pidió ayer «una oración sincera para que la diócesis no se vea privada de sacerdotes» y que algunos de los alumnos del Seminario Menor «sean llamados» a ser ministros del Señor. El prelado instó a los jóvenes que estudian en el Seminario a «que nunca se os marchite la incipiente vocación» y sus padres les dijo: «Si vuestros hijos dicen que quieren ser curas no sintáis intención de rechazarlas la idea», «ahora es más duro, más difícil, con menos prestigio hacia fuera por eso entregar un hijo al Señor tiene su doble mérito». Además, confesó que su mayor gozo como obispo desde que está en Zamora es «haber rehecho el Seminario para que broten vocaciones».

Las celebraciones con motivo del Día del Seminario prosiguieron por la tarde con un festival de teatro en la que los alumnos pusieron en escena varias obras y un concierto a cargo de la banda del Santísimo Cristo del Perdón.

En estos momentos en la diócesis hay 49 alumnos en el Seminario Menor, otros tres jóvenes son candidatos a formar parte del Seminario Mayor, lo que se denomina curso propedéutico, y otros tres se encuentran ya en él.