El objetivo estaba marcado y se cumplió con creces. La asociación Capitonis Durii quería que su gala de fin de año sirviera no solo para poner el broche de oro a doce meses llenos de actividades sino también para apelar a la solidaridad de los socios y amigos para recaudar dinero por una buena causa. En esta ocasión Unicef se llevó el mayor premio de la gala, ya que la recaudación íntegra de las entradas que se vendieron irán a parar a un proyecto que la entidad tiene en Filipinas, recientemente azotada por un ciclón. Precisamente su presidenta de la ONG en Zamora, Carmen Ferreras, fue la encargada de dirigir la velada.

Los zamoranos respondieron a la llamada y llenaron el paraninfo del Colegio Universitario, algo que el presidente de Capitonis Durii, Luis Fernando García, sabía que podría lograrse. Así, las 300 butacas se completaron para disfrutar de una gala donde no faltaron las actuaciones con la magia del mago zamorano Paco González, que sorprendió a todo el auditorio con sus trucos, y del cantante gaditano Miguel Nández, conocido por su paso por el programa de televisión «Operación Triunfo».

Aparte de las actuaciones, de las que disfrutaron los asistentes, de todas las edades, el momento más emotivo de la velada se centró en los homenajes que recibieron dos personas que han hecho mucho por que la asociación Capitonis Durii haya llegado a donde está ahora mismo.

En agradecimiento a su trabajo desinteresado y continuo, desde el colectivo cultural se quiso premiar la labor de Pedro Galende, el profesional de sonido que suele acompañar a la asociación en todas sus actividades y salidas, y de Jaime Domínguez, autor de uno de los gigantes de Capitonis Durii, Bellido Dolfos, que viaja siempre junto al resto de figuras protagonistas del Cerco de Zamora: Rodrigo Días de Vivar, el Cid, el caballero Arias Gonzalo y la reina doña Urraca. Tanto a Domínguez como a Galende se les nombró socios de honor en esta gala que marca el final de la temporada para la asociación. La elección se había hecho a través de los propios socios de Capitonis Durii, que suman en la actualidad 140. «Ellos fueron los que eligieron a los socios de honor de este año en la asamblea general», recordó su presidente.

Tras la magia, la música y los aplausos a los homenajeados, que llenaron la sala del Colegio Universitario, los socios y simpatizantes compartieron una cena de hermandad en el restaurante de los Jardines del Rey, donde la música también cobró protagonismo con la actuación de la cantante zamorana Soledad Luna, que amenizó la cena con su repertorio de canción española y copla.

Tras la gala, la quinta de la asociación y la segunda que se hace abierta al público, desde Capitonis Durii ya se está pensando en los actos que se programarán para celebrar su décimo aniversario desde su fundación, un cumpleaños que desde la directiva se asegura que se celebrará durante mucho tiempo más, puesto que la mitad de los socios son niños «así que el futuro está asegurado», indicó Luis Fernando García.

Capitonis Durii es un grupo unido por un interés cultural en la tradición de los gigantes y cabezudos y a las artes escénicas en la provincia, declarado por el Ayuntamiento de interés municipal.