La localización de una joven con discapacidad intelectual, cuya desaparición había sido denunciada por sus padres a la Policía Nacional, ha permitido desmantelar un piso-prostíbulo en la capital zamorana, en el que también se encontraban retenidas otras cinco chicas (posiblemente extranjeras) por un zamorano con antecedentes penales y una mujer de nacionalidad extranjera, ambos en prisión acusados de tráfico de seres humanos y proxenetismo, tras comparecer ante el juez de guardia.

La Policía mantiene abierta la investigación para tratar de determinar si el zamorano y su «colega» están vinculados a un grupo u organización dedicada a captar a jóvenes para obligarles a prostituirse en pisos (como a las seis víctimas liberadas en Zamora) o, incluso, en clubs de alterne, posibilidad que no se descarta, según fuentes a las que ha tenido acceso este diario. De hecho, la Policía Nacional llegó a sospechar que esta actividad delictiva podría «extenderse al ámbito de otras provincias», con lo que los detenidos podrían ser solo parte del engranaje de una organización mucho más amplía, hipótesis sobre la que no ha trascendido más información.

Tampoco se descarta que puedan producirse nuevos arrestos, en función de los resultados de las diligencias que está llevando a cabo la Policía Nacional, cuyo actuación ensalzaba ayer la subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, al referirse al «trabajo magnífico» en un asunto «muy complicado», que «requiere especial cuidado para evitar que una operación de ese tipo pueda reventarse» antes de que concluya la investigación y pueda detenerse a sospechosos, concluyó.

La Policía Nacional inició las diligencias después de que una familia de la provincia de Cádiz denunciara en mayo que su hija, mayor de edad, pero bajo su tutela, dada su discapacidad intelectual, había abandonado el hogar familiar y que tenía fundadas sospechas de que se había desplazado hasta Zamora capital, así como de que se trataba de una «desaparición involuntaria».

Efectivos de la Comisaría de Zamora consiguieron localizar a la joven gaditana en la capital, no sin deducir que «podría estar siendo víctima de un delito de trata de seres humanos y prostitución» en un piso de esta ciudad, de acuerdo con la información que ha facilitado la Subdelegación del Gobierno central en la provincia. Los agentes sospecharon que podría haber otras jóvenes en la misma situación e incluso «extenderse al ámbito de otras provincias». Tras las indagaciones policiales «pudo concretarse que la joven estaba siendo obligada a prostituirse en la ciudad de Zamora, junto a otras chicas», agrega el comunicado oficial. Las víctimas estaban sometidas a una estrechísima vigilancia, bajo el control de terceras personas que controlaban todos sus movimientos para impedir que pudieran huir. «Tenían prohibido salir a la calle sin permiso» de quienes les explotaban sexualmente y, cuando se les daba autorización para abandonar la vivienda, los detenidos «señalaban a una persona que debía acompañarla», apostilla la Subdelegación. Las seis jóvenes trabajaban «a cualquier hora del día o de la noche, durante los siete días de la semana» y, como es habitual, «entregaban a su proxeneta la totalidad de las ganancias obtenidas» con la actividad de la prostitución. El arresto del zamorano y la mujer extranjera que supuestamente las controlaban y explotaban se produjo la semana pasada.

Bajo control absoluto

Las seis jóvenes liberadas por la Policía Nacional de un piso-prostíbulo de la capital vivían retenidas en una vivienda, bajo control absoluto de sus proxenetas, un hombre zamorano y una mujer extranjera, que para impedir su huida solo les permitían salir a la calle acompañadas por una tercera persona que ellos mismos designaban.

Explotadas día y noche

Las víctimas de prostitución estaban obligadas a mantener relaciones sexuales sin un horario fijo, tanto durante el día como a lo largo de la noche, y durante toda la semana. El dinero que obtenían por su explotación sexual lo tenían que entregar íntegramente a sus captores.

Tráfico de personas y prostitución

El juez ha imputado al hombre zamorano y a la mujer extranjera detenidos durante la operación policial dos delitos: Uno de trata de seres humanos y otro de inducción a la prostitución.

Desaparición

Las pesquisas iniciadas por la Policía Nacional para localizar a una joven desaparecida de su domicilio permitió arrestar a los dos imputados y liberar a las seis jóvenes obligadas a prostituirse.