Ni fue la primera ni tampoco será la última. Las trabajadoras de Seralia volvieron ayer a concentrarse durante una hora frente al Ayuntamiento de la capital para hacer llegar su mensaje reivindicativo tanto a la sociedad como al Ayuntamiento, al que han exigido en todo momento «una mayor implicación» para arbitrar en el conflicto. Acompañadas de responsables sindicatos e incluso, en algunos casos, de padres de escolares a título particular, las trabajadoras se concentrarán una hora cada día en la Plaza Mayor.

En lo que afecta a los colegios públicos, el decreto de Alcaldía considera «servicios mínimos» la limpieza de aseos y baños en cuanto afectan directamente a la salubridad, de acuerdo con lo señalado en el artículo 10 del Real Decreto-Ley 17/77 de 4 de marzo sobre relaciones de trabajo. También se consideran «servicios mínimos» aquellas zonas o áreas de gran afluencia de personas, aunque se limita la frecuencia de limpieza obligatoria siempre que no afecte a la salubridad de las instalaciones. Las trabajadoras «cumplen los servicios mínimos para evitar el despido disciplinario pero haciendo el menor trabajo posible, es decir, baños y papeleras», de modo que «ni recogerán los papeles que no estén dentro del contenedor ni limpiarán nada más que no sea lo básico», anuncian desde los sindicatos.

Como norma general se garantiza la presencia de una persona de limpieza en cada centro de enseñanza, según aseguró al inicio de la huelga el portavoz municipal. Además, se reduce la frecuencia de limpieza en el resto de instalaciones y dependencias.