El modelo cooperativo del Grupo Caja Rural, también conocido como «banca de proximidad», se consolida, tras atravesar uno de los ejercicios más difíciles de la historia de la banca española. De hecho, una de las principales consecuencias de la crisis del sistema financiero a nivel europeo e internacional ha sido la confirmación del triunfo del modelo de banca cooperativa, que supone el 4% en España y el 20% a nivel mundial. El Grupo Caja Rural sigue en su empeño de no desaprovechar la oportunidad de alcanzar los estándares del sector de banca cooperativa en Europa, sector con volúmenes superiores a cinco billones de activos, con cuotas en depósitos superiores al 20% y al 12% en créditos.

Compuesto por 41 entidades, entre ellas Caja Rural de Zamora, que suponen el principal representante de la banca cooperativa en España, el grupo es líder en activos, número de entidades, solvencia, y eficiencia, y comparte empresas de servicios como el Banco Cooperativo Español, la compañía Seguros Rural Grupo Asegurador y Rural Servicios Informáticos. Dentro del Grupo Caja Rural, la Asociación Española de Cajas Rurales es el instrumento de coordinación y foro de debate estratégico y representación, sirviendo esta institución también para fijar las prioridades, estrategias y políticas del Grupo.

El Grupo Caja Rural tiene unos activos de 59.807 millones de euros, los ratios de morosidad están en el 8,14%, frente al 11,54% medio del resto de las entidades de depósito. El nivel de cobertura es el 71,88% frente al 66,15% del resto del sistema.

El margen de interés de 2012 crece un 29,01% y el margen bruto, un 36,41%. El margen de explotación (antes de dotaciones) creció un 90,1% hasta los 888,5 millones.

El Grupo emplea a 9.594 personas y tiene 2.773 oficinas. El modelo desarrolla una doble vertiente importante y necesaria: la financiera, por un lado, y la social, por el otro. La gestión de las entidades del Grupo mantiene su fidelidad a los principios básicos de banca tradicional minorista, misión y valores del modelo de banca cooperativa, evitando desviar sus criterios de decisión de los principios de prudencia que este negocio exige. Se basa en la profunda inserción en las comunidades locales, como sucede en Zamora con Caja Rural, el conocimiento de las actividades, la construcción de vínculos de larga duración y los canales de participación de los miembros.