«Familia, me voy a East Hoathly». Ni Londres, ni Manchester, ni Birmingham, ni Liverpool, el zamorano Fernando Bragado quería vivir su propia aventura inglesa y desechó la idea estar rodeado de españoles, «porque sabía que de esa manera nunca iba a aprender inglés y además tampoco podría ahorrar dinero que luego podré necesitar», asegura el ahora estudiante de Turismo, profesor de español y trabajador en activo.

Su llegada al pequeño pueblo dormitorio de 1.000 habitantes fue todo un acontecimiento, «es como vivir en Alcañices, y un habitante nuevo y extranjero llama mucho la atención», afirma el joven, que es el único español que reside en el municipio, situado a 60 kilómetros de Londres y a 20 minutos de Brighton.

Ahora tiene amigos ingleses, de los que asegura que «aunque no son tan abiertos como los españoles, son muy buena gente y me encuentro muy a gusto allí».

Su siguiente reto es sacarse el carnet de conducir. No le preocupa que el volante esté situado en el lado contrario que en España, porque explica, «yo nunca he conducido, por lo que no tengo ninguna referencia anterior, al menos voy a intentarlo», se pronuncia el joven.

Sin tiempo para el aburrimiento, Fernando Bragado echa de menos su tierra, pero concluye que «aquí está ahora mi vida hasta que en España mejoren las cosas».