«Estamos de huelga hasta el moño», comentaba Victoria Crespo, una de las usuarias del consultorio médico de Villaralbo que se ha visto especialmente perjudicada por la falta de asistencia de los médicos de Atención Primaria en esta localidad y en otras del entorno por la huelga que mantienen los sanitarios para oponerse a la unificación de las urgencias en el centro urbano de Santa Elena, dando carpetazo a Zamora Norte y Sur a partir de las tres de la tarde. «Es mentira que vayamos a estar mejor en el Santa Elena. La semana pasada fui a hacer una limpieza del reservorio a este centro que dicen que es tan bueno y no me han podido limpiar porque no tenían ni aguja y heparina».

La semana comenzaba bien para muchos usuarios de la sanidad pública en pueblos como el propio Villaralbo en el que si existía información y conocimiento de las consultas. No pasaba lo mismo, por ejemplo, en El Perdigón o Morales del Vino, «nos hemos acercado hoy porque ha funcionado el boca a boca. A mí por ejemplo me lo dijo la boticaria», explicaban vecinos de Morales.

Ante la escasa información algún ciudadano ya se había desplazado bien de mañana hasta Santa Teresa, «pero me han vuelto a mandar aquí porque había médico».El problema estribó en que el médico que le tocaba a este paciente estaba de servicios mínimos en Santa Teresa. «Estamos a favor de que los médicos reclamen sus derechos y cumplan los servicios mínimos, pero nosotros demandamos atención sanitaria porque ya llevamos cerca de quince días sin consulta y con muchos viajes a la capital y en mas de una ocasión hemos tenido que venir si recetas y sin nada, porque hay unas colas inmensas», subrayaban vecinos de El Perdigón, concentrados en la sala de espera y fuera de esta por la falta de espacio. La mayoría de ellos, en busca de recetas. «Aquí llevo más de siete, directo a la farmacia». Eran las oficinas de farmacia las que presentaban largas colas de pacientes, la mayoría de ellos mostrando su rechazo absoluto tanto a la huelga de sanitarios como al cambio de las urgencias al Santa Elena. «Por mucho que nos quieran vender la moto diciendo que vamos a estar mejor, nosotros no lo creemos y preferimos Santa Teresa», explicaban Ángel Vicente y Honorio Mulas, de Morales del Vino, que al igual que otras muchas personas de los pueblos del entorno afectados por el cambio en las urgencias mostraban su predilección por mantener Zamora Sur como estaba: «Enseguida que llegas te atienden. Si nos mandan para otro lado y con mucha más gente, y con la política de recortes que está habiendo, ¿cómo vamos a estar mejor?». Hasta pasado el mediodía de ayer, la mayor parte de los médicos y enfermeras de Zamora Sur pasaron consulta en los centros de los distintos pueblos de la comarca del Vino a excepción de aquellos que habían tenidos guardia, los dos que permanecían de servicios mínimos en la capital o una de las doctoras de Moraleja del Vino que estaba manteniendo la huelga.

Entre los usuarios el cabreo iba más allá denunciando los ajustes en la sanidad pública, como era el caso de Aniceto Feo, a quien se le diagnosticó recientemente una colitis ulcerosa «y estuve un mes viniendo al médico, y como ahora no te mandan al especialista, aguantando, después de llevar 42 años cotizando a la Seguridad Social».