«Tiene que ser algo que se decida entre la madre y su hijo. Si ambos están a gusto, hay que respetarlo». Así se expresan las dos asociaciones de lactancia que existen en Zamora, «Apego lácteo» y «Creciendo juntos», sobre la polémica suscitaba a raíz de la última portada de la revista norteamericana «Time», donde una madre da el pecho a su hijo de tres años. ¿Hay que continuar con la lactancia más allá de los dos años? La respuesta es clara desde ambos colectivos. «En la sociedad se ha perdido esta cultura de la lactancia, pero nuestras abuelas y bisabuelas veían como algo natural dar el pecho», rememora Sonia Merino, miembro de «Apego lácteo». Cayetana Gómez, presidenta de «Creciendo juntos» por su parte, apunta que ha sido en las últimas generaciones de madres «donde se perdió esta cultura, porque se les presionó mucho con la opción del biberón y al convertirse en un acto tan privado, muchas de ellas no habían visto nunca dar el pecho a otras madres».

A favor de esta opción, todos los beneficios que aporta continuar con esta forma de alimentación. Merino, enfermera de profesión, subraya la inmunidad que aporta la leche materna. «La madre le pasa al bebé defensas y anticuerpos contra enfermedades no solo en los seis primeros meses de vida. Este alimento es ideal para el bebé, porque tiene los componentes exactos que necesita, que además va modificando sus características para adaptarse a las necesidades del niño», informa.

Este provecho no es solo en salud, sino que va más allá. «Hay estudios que aseguran que a mayor apego con la madre, los niños son más sociables e independientes, no más retraídos al estar tanto tiempo con su progenitora. Ese apego les da seguridad, porque saben que su madre siempre va a estar allí y lo apoyará», explica Merino, para desmontar la teoría de aquellos que piensan que no es beneficioso alargar tanto tiempo la lactancia. «La crianza se debe entender también como una inversión para la sociedad y no se puede pretender que un niño pequeño se haga independiente antes de tiempo», añade Gómez, quien asegura que si «hubiera realmente más información y libertad de elección, las mujeres podrían elegir si dar el pecho y por cuánto tiempo».

Ambas asociaciones rechazan las corrientes feministas extremas. «Hicieron mucho daño en este sentido, al querer despegar a la mujer de su papel como madre», reconoce la presidenta de «Creciendo juntos». Por su parte, Sonia Merino desmiente el calificativo de «atadura» que critica el feminismo.

Sin embargo, también se reconoce que la sociedad actual no favorece esta opción. «Las leyes sobre la lactancia están obsoletas. La baja de cuatro meses es insuficiente y no dan facilidades para mantener el tiempo de lactancia», recuerda la integrante de «Apego lácteo».

Por su parte, Cayetana Gómez apuesta por una mayor formación de los profesionales sanitarios. «Ellos mismos están demandando más formación específica al respecto y una actualización en este campo para reciclarse profesionalmente», asegura, por lo que solicita que los centros de salud deberían tener «las herramientas e información necesarias para poder ayudar a las madres que acuden con dudas».

Existen muchos factores externos que influyen en la decisión de dar el pecho por parte de las madres. «Ahora la mayoría de mujeres trabaja y es difícil compatibilizar la vida laboral y familiar, pero no imposible», alienta Sonia Merino. Por su parte, Cayetana Gómez asegura que para que dar el pecho sea realmente una verdadera opción a pesar de todos estos impedimentos, «no hace falta una revolución, sino recuperar la humanidad en la sociedad».

La portada de la polémica

El semanario norteamericano «Time» presentó en su última portada a una joven madre de 26 años dando el pecho a su hijo de tres, una imagen que generó un debate entre la sociedad americana sobre la conveniencia o no de que los hijos sigan mamando más allá de los dos años. Entre los detractores, aquellos que opinan que es un excesivo apego entre madre e hijo.