-¿El vivir en Zamora ahora limita las posibilidades de proyección de las obras?

-No, eso sucedía antes, aunque el meollo cultural sigue estando en Madrid y en Barcelona. En la actualidad gracias a Internet tienes acceso a todo. Como ejemplo tienes en tu Facebook a aquellos escritores que te gustan; en el correo electrónico, a aquellos con los que te llevas bien y en tu móvil, a los que son tus amigos. La red ha democratizado el acceso a la literatura y a la publicación, lo que para mí es positivo aunque otras personas dicen que ahora todo el mundo se autoedita. Ante esto defiendo que la editorial de toda la vida debe apostar por un sello de calidad y hacer que te acerques al libro digital porque una firma te habla de la calidad de unos autores y tú te fíes de sus criterios. Creo que todavía es un campo que se necesita potenciar más.

-¿Ha pensado efectuar crítica literaria?

-No, hago comentarios sobre los libros que leo, sobre los textos de amigos o aquellos que caen en mis manos en mi blog, pero sin mayor pretensión. Creo que en este país hay muy buenos críticos, como por ejemplo la zamorana Jara Calles.

-Precisamente esta joven ha estudiado su obra.

-Me enteré en un acto en la Universidad de Valladolid. Sentí mucha vergüenza porque esta experta, que tiene unos conocimientos vastísimos, se ha fijado en lo que he escrito. En parte ha sido también una gran responsabilidad ante mi segunda novela, pues no sé si estará a la altura de lo escrito previamente.