La ejecución del proyecto se llevará a cabo de manera «escalonada en el tiempo» para evitar problemas de reubicación temporal para los Bomberos y para las asociaciones y empresas que en estos momentos ocupan el edificio de la antigua estación de autobuses, ya que el traslado «no se producirá hasta que las nuevas edificaciones estén construidas». Las intenciones municipales pasan por «acompasar tiempos» de manera que «el primer requisito será construir el parque de Bomberos de forma que puedan trasladarse allí antes de demoler la ubicación actual». Después, «se ejecutarán las viviendas y locales y, finalmente, se desalojará toda la zona», explica la alcaldesa.

El proceso previo al inicio de las obras implicará «más de un año de tramitaciones» a través de un expediente «complejo, singular y de envergadura que aquilataremos al máximo sin dejar flecos sueltos». En este sentido y tras iniciar ayer mismo el expediente, «empezaremos a valorar lo que cuesta el edificio de Seguridad Ciudadana para, después, elaborar el pliego de condiciones, licitar la permuta y adjudicar», expone.

Ante esta situación, el grupo municipal de Izquierda Unida concluye que «ya no hay ninguna duda de dónde irá el aparcamiento subterráneo: en la antigua estación, tal y como siempre ha defendido IU», recuerda el concejal Francisco Guarido. A su juicio, «pueden construirse tres plantas hacia abajo al menos con capacidad para 700 vehículos», una opción por la que la coalición muestra su visto bueno «pero no para privatizarlo sino para que sea público», advierte.