La revisión del Plan General de Ordenación Urbana pone en peligro la protección de los espacios naturales claves del territorio municipal, situados en la margen izquierda del río Duero, entre San Frontis y Carrascal, que propiciaron la inclusión de la zona fluvial en la Red Natura 2000. Esa es una de las principales conclusiones de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que estima que el nuevo documento del Ayuntamiento de Zamora no respeta adecuadamente la protección «de suelos más valiosos» ni mantiene «el alejamiento de los desarrollos urbanísticos respecto de los lugares de Red Natura», además de ampliar el suelo urbanizable previsto en el Planeamiento de 2001.

Frente a esta planificación urbanística, la Dirección General recomienda, como una actuación «importante que el nuevo Plan oriente sus líneas de crecimiento hacia la consolidación de los ámbitos ya comprometidos en gran medida por la edificación y por las infraestructuras de comunicación y transporte energético». El informe, dado a conocer ayer por el grupo municipal del PSOE, se muestra contrario a las propuestas municipales de «nuevas áreas de expansión sobre zonas próximas al río que aún conservan una aceptable calidad ambiental» y califica de «especialmente inapropiada la clasificación de grandes extensiones de suelo al oeste de la ciudad», es decir, en el barrio de San Frontis y Carrascal. Los técnicos advierten que, «si bien es cierto que –estas zonas– presentan una significativa densidad edificatoria, mantienen una vocación esencialmente agraria e importantes valores ecológicos y paisajísticos», por lo que deben preservarse.

En aras de «garantizar» la continuidad de las características de esta parte del municipio que propiciaron «la inclusión de este tramo fluvial en la Red Natura 2000, es necesario evitar que la carretera que une la ciudad de Zamora con Carrascal», paralela al río por su margen izquierda, «siga sirviendo de apoyo a distintas iniciativas edificatorias». Lejos de ello, «la alternativa del PGOU viene a reforzar esa dinámica territorial en lugar de combatirla», censuran.

Por otro lado, el suelo rústico de especial protección natural (medioambiental, paisajístico y cauces) se reduce en 2.700 hectáreas en el Plan, según apuntan los técnicos de la Junta en su informe, en el que dicen que «llama la atención la disminución» de este tipo de superficie. En el Plan de 2001 se recogían 8.400 hectáreas, frente a las 5.700 que aparecen en la nueva propuesta del PP. Otra objeción que agrega Medio Ambiente se refiere al «claro trasvase de las bolsas de suelo no urbanizable del Plan del 2001 hacia nuevos sectores de suelo urbanizable».

Como consecuencia, «la clasificación de suelo urbano y urbanizable implica la transformación de una porción significativa del territorio municipal y puede llegar a comprometer, sobre todo en los pagos más próximos al río, aguas abajo de la ciudad, el mantenimiento de los variables ambientales» que procuraron la inclusión de ese tramo del Duero «en la Red Natura 2000», concluyen.