El balance del 28M en la provincia de Zamora: Repunte del PP, varapalo del PSOE y el tercio de las alternativas

El bipartidismo se queda a 20 puntos de su máximo histórico en la provincia

Una mujer, en una cabina electoral el pasado domingo. |

Una mujer, en una cabina electoral el pasado domingo. | / Ana Burrieza

El Partido Popular ganó las elecciones del pasado 28 de mayo en la provincia con mucha autoridad. La marca rebasó el 41% de los votos, se apuntó 171 victorias en los 248 municipios y obtuvo 160 mayorías absolutas. La guinda llegó con el triunfo incontestable en la Diputación, donde esta vez podrá gobernar en solitario. De hecho, solo la derrota en la capital, donde acumulará doce años sin gobernar, apartó al PP de un éxito redondo, después de recuperar también Benavente y de erigirse como la fuerza más votada en Toro.

Votación en Entrala. | Emilio Fraile

Votación en Entrala. | Emilio Fraile / Manuel Herrera

Los datos respaldan el balance positivo de los populares, pero esos mismos números siguen lejos de lo que un día fue el partido en la provincia de Zamora. En las cinco citas electorales consecutivas que se celebraron a nivel municipal entre 1995 y 2011, el PP superó el 50% de los votos en el territorio o se quedó a menos de dos puntos. De hecho, en los primeros comicios de esa horquilla temporal, los populares situaron su porcentaje de voto diez puntos exactos por encima del que lograron este 28M.

Bajada en el 15

La bajada de mayor calado se produjo en 2015, el peor resultado en 2019 y, esta vez, el dato se asemeja mucho al de ocho años y poco al de los tiempos de mayor dominio popular. Lo que ocurre en paralelo es que el voto que se deja el PP no va a parar al PSOE. De hecho, los socialistas firmaron el pasado domingo su peor noche electoral en Zamora desde 1979, si se tienen en cuenta solamente los comicios a nivel local. El 23,48% recogido por la formación dirigida por Antidio Fagúndez se queda a más de 18 puntos de uno de los PP más discretos desde su fundación.

Los populares lograron 847 concejales, 168 menos que en su máximo histórico, pero 47 más que cuatro años antes. Los socialistas, en cambio, no solo se quedaron a 245 ediles de su techo en la provincia, sino que perdieron 103 en relación al año 2019, se situaron varios puntos por debajo de la marca a nivel nacional y apenas lograron la victoria en 38 ayuntamientos, un bagaje muy pobre para una formación que presumía de haber presentado listas en cada rincón de la provincia. La realidad ha demostrado que solo un 15% de ellas eran ganadoras.

Además, los socialistas no han ganado en ninguno de los ocho municipios con mayor población de la provincia y se han dejado por el camino las victorias de anteriores convocatorias en Benavente y en Toro. Todo ello, unido a que, en Zamora capital, la candidatura de David Gago no ha podido superar los tres concejales del año 2019, que suponían ya el suelo histórico de la marca en la capital. La importancia de esos tres ediles para sumar una mayoría de izquierdas aumenta la rentabilidad del botín, pero el número es el mismo.

Las victorias que consuelan al PSOE

Las victorias de mayor relevancia del PSOE se produjeron lejos del partido judicial de Zamora, en lugares como San Cristóbal de Entreviñas, Santa Cristina de la Polvorosa o Morales de Toro. También en Puebla de Sanabria, aunque aquí el triunfo quedó ciertamente opacado por la pérdida de la mayoría de José Fernández tras varios mandatos de dominio claro en el municipio. Aparte de esos ayuntamientos, el de Coreses y el de Tábara también entran en la nómina de plazas relevantes obtenidas por los socialistas en una jornada del 28M para olvidar.

En realidad, la tendencia del PSOE en Zamora a nivel local y provincial ya era mala antes de esta convocatoria, pero algunas victorias estratégicas y la bajada del PP, que llegó a abrir la esperanza de conquistar la Diputación para la izquierda, paliaron en cierto modo ese descenso en el porcentaje de apoyos en la capital y en las comarcas. Hasta 2011, a pesar de ser siempre la segunda fuerza por detrás de los populares, la marca jamás bajó del 30%. Desde entonces, aún ha caído 6,5 puntos más y su influencia en La Encarnación va en la misma línea decreciente: esta vez, los miembros del partido solo ocuparán 7 de los 25 asientos de la casa provincial.

Las alternativas al bipartidismo

Con ese panorama del PP en ligero repunte, pero lejos de sus mejores días, y del PSOE en su peor momento, lo cierto es que la suma del bipartidismo acumulará ya tres mandatos por debajo del 70%, después de unos tiempos en los que llegó a aglutinar el 85% de los apoyos a nivel municipal. En esta ocasión, un tercio de los votantes ha optado por fuerzas alternativas para gobernar en sus municipios, con el de Zamora capital como caso paradigmático de que la gente ha decidido que hay vida más allá de las dos formaciones mayoritarias a nivel nacional.

Precisamente, el éxito de Izquierda Unida y su elevado porcentaje de voto en un municipio muy representativo a nivel poblacional condiciona esas cifras, pero no sirve para explicar por completo el empuje que se observa en el tercer carril, donde se agrupan los partidos ajenos al bipartidismo: es decir, las fuerzas alternativas de izquierdas o de derechas, los localismos, los grupos leonesistas, las propuestas independientes y las difíciles de catalogar.

Entre toda esa amalgama de siglas se acumula un capital de 32.280 votos y de 39 victorias, una más que el PSOE en solitario. Los socialistas, y en menor medida los populares, han visto cómo en algunos municipios han dejado de ser alternativa para pasar a convertirse en comparsa de otras fuerzas capaces de confeccionar mejores listas para sus ayuntamientos.

El balance por marcas

Por marcas, Zamora Sí se mostró como la más exitosa, con 10 victorias y 100 concejales, el mayor número de representantes de un partido ajeno al bipartidismo desde los tiempos del CDS. A continuación, Ahora Decide sumó nueve triunfos, Vox se hizo con cuatro, IU y Futuro se llevaron dos cada uno, UPL selló una y las distintas agrupaciones independientes acumularon once.

Por municipios, sin contar el caso de Zamora capital, las fuerzas alternativas gobernarán en lugares como Fermoselle o Santa Croya (Zamora Sí), Roales (Vox) o Quiruelas de Vidriales (Ahora Decide). Además, formaciones como Futuro han logrado mayorías simples en ayuntamientos de la importancia de Galende y podrían ser decisivos en otros municipios del tamaño de Puebla.

En estos lugares, el bipartidismo no es mayoritario, pero hay otros en los que ni siquiera existe, más allá de que el PP y el PSOE hayan presentado listas electorales para tratar de hacerse un hueco. En Almaraz de Duero, Cotanes del Monte, Morales de Rey y Prado pasarán cuatro años sin concejales de las dos marcas principales y formarán gobiernos con organizaciones pequeñas o minoritarias, a pesar de lo que cuesta a veces generar estructuras para competir con los grandes.

El carrusel electoral de este año volverá a mover el tablero político en julio, pero los ciudadanos de Zamora ya han decidido cómo repartir el poder local hasta 2027. Aquí no hay adelantos ni gran margen de maniobra. Los triunfos valen para cuatro años y los varapalos se sufren en paralelo.

88 municipios zamoranos pasarán el mandato sin representación socialista

Más de un tercio de los municipios zamoranos, 88 en total, pasarán el mandato sin ningún representante del PSOE en el Pleno. Esta es una de las consecuencias del mal resultado cosechado en la provincia por los socialistas, que bajaron 3,5 puntos porcentuales en relación al que hasta entonces era su peor resultado desde 1979, el que firmaron en el año 2015.

Tras el pequeño crecimiento del 19, esta nueva caída deja a la formación lejos de tener influencia en algunos de los ayuntamientos principales del territorio. Por ejemplo, el PSOE no tendrá concejales en Villalpando, un ayuntamiento que reparte nueve ediles y cuya ciudadanía le ha otorgado la mayoría absoluta al Partido Popular y ha mandado a la oposición a Zamora Sí y a Vox. Los socialistas apenas recabaron 62 apoyos. Otro caso doloroso para los socialistas es el de Fermoselle, donde los ciudadanos le dieron su confianza a Zamora Sí, el partido del actual alcalde, y mandaron al Partido Popular a la oposición sin otorgar representación en el Pleno al PSOE.

La situación se repite en muchos municipios repartidos por distintos puntos de la provincia, pero destacan, además de los ya citados, los casos de Burganes de Valverde, Carbajales de Alba, Muelas del Pan, San Vitero o Villalcampo, lugares de importancia en sus respectivas comarcas que pasarán el mandato sin el PSOE.

En el caso del Partido Popular, su ausencia en el Pleno se limita a 15 ayuntamientos de la provincia. Morales de Rey, Moraleja de Sayago, Palacios del Pan, Porto o Rionegro del Puente se encuentran entre esos lugares que han optado por dejar fuera de los asuntos municipales al PP.

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