Entrevista | Cecilia Higueruela Mínguez Endocrina del Complejo Asistencial de Zamora

"El paciente diabético necesita compromiso con la enfermedad y hábitos saludables"

"El mal control de la patología puede derivar en perjuicios muy graves"

Cecilia Higueruela, en el Colegio Universitario.

Cecilia Higueruela, en el Colegio Universitario. / Jose Luis Fernández

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Cecilia Higueruela Mínguez, médico adjunta de Endocrinología del Complejo Asistencial de Zamora abrió las Jornadas Infosalud organizadas por Caja Rural de Zamora, en el Colegio Universitario. Una enfermedad muy prevalente, la diabetes en el adulto, centró la charla de la doctora. Lo fundamental: diagnosticarla a tiempo y mantener buenos hábitos de alimentación y ejercicio físico, además de, en su caso, seguir la medicación prescrita.

–¿Qué es la diabetes?

–Una enfermedad en la que nuestras células del páncreas empiezan a funcionar peor de la cuenta y no es capaz de producir la suficiente insulina como para regular adecuadamente el metabolismo de los azúcares, los hidratos de carbono. Esto provoca una glucemia elevada en sangre que, si está mal controlada a largo plazo, produce complicaciones, daños en los ojos, en el riñón o en el corazón.

–¿Cuántos tipos de diabetes existen?

–Hay muchos tipos diferentes. La 1 es la realmente autoinmune, es la que llamamos del niño, aunque hay casos que se desarrollan a la edad adulta, a partir de los 30 años, lo que llamamos la diabetes tipo lada. Y luego está la diabetes tipo 2, la más prevalente, que engloba muchos tipos y está más ligada a los malos hábitos alimenticios, a la obesidad, y a un aumento de resistencia a la insulina.

–¿Cómo se detecta la diabetes tipo 2, del adulto?

–Conviene un cribado. En los pacientes mayores de 65 años una analítica de rutina donde se vea el colesterol y el azúcar permite detectar la diabetes. Si lleva mucho tiempo, ha pasado desapercibida y hay un mal control puede dar síntomas como pérdida de peso, muchas ganas de beber agua y de orinar. Al encontrarse mal, la gente suele acudir al médico.

–¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad?

–La diabetes tipo 1 es sólo con insulina, no hay otra forma de tratarla. La diabetes tipo 2 puede necesitar insulina, si está muy evolucionada. Sin embargo para la mayoría de los pacientes el pilar básico son los hábitos de vida saludable. Es decir, una alimentación basada sobre todo en grasas saturadas y trans, las que llamamos nocivas, las del embutido, productos procesados, fritos, bollería industrial y obviamente baja en azúcares, todo lo que conocemos como azúcar puro y duro y también baja en hidratos de carbono de absorción rápida, es decir pan, pasta, arroz o patata. Todo eso no es que no lo podamos comer, pero no hay que abusar.

–¿Ejercicio?

–Importantísimo llevar una vida lo más activa posible. Incluso si el estado general lo permite incorporar tanto ejercicio aeróbico como anaeróbico, el de fuerza, que también se ha visto que retrasa la aparición de esa diabetes y se controla mucho mejor. Si ya tenemos que optar por fármacos, el de primera elección suele ser la metformina, pero actualmente ya se ha desarrollado todo un arsenal terapéutico para tratar la diabetes tipo 2, con fármacos nuevos que actúan además beneficiosamente sobre el corazón, cerebro, riñones y modifican el tema del peso.

–¿Una de las dificultades es la disciplina el hábitos saludables?

–La diabetes tipo 2 es una enfermedad que no molesta, no duele aunque tengamos altos niveles de azúcar en sangre, hasta que se pasa cierto límite. Pero claro, si no le ponemos remedio los órganos se van dañando y podemos ponernos las pilas cuando sea tarde, cuando tengamos un efecto grave, como una retinopatía diabética, una nefropatía diabética, un infarto, o un ictus. En la diabetes tipo 1 los pacientes tienen que ser disciplinados de una manera diferente, porque tienen que aprender a contabilizar de forma más estricta los hidratos de carbono para ponerse la insulina que sea necesaria en cada caso. Pero en la diabetes tipo 2 es diferente, ese compromiso que han de tener con la enfermedad trata más de eso, de cuidar la alimentación, del ejercicio físico y de cumplir el tratamiento que se les prescriba, claro.

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