La Fundación Científica Caja Rural de Zamora cumple en este 2022 sus 25 años de existencia, un periodo en el que ha pasado de ser un actor más en el apoyo a la vida cultural de la ciudad y provincia a convertirse prácticamente en el principal soporte de las actividades que surgen de la sociedad civil y las instituciones.

Al frente de la Fundación continúa como secretario la persona que la puso en marcha, Feliciano Ferrero, auténtica alma mater de una entidad que conoce como nadie, ya que fue el encargado de darle forma desde sus inicios.

A la izquierda, Mariví Mateos, una de las investigadoras premiadas por la Fundación, con el presidente, Nicanor Santos Rafael. Debajo, en doctor José Miguel Diego (centro) y Florentino Mangas (derecha) el día en que se presentó en sociedad la Fundación. |

Corría el mes de noviembre del año 1997 cuando se inauguró la Fundación Científica Caja Rural de Zamora. El entonces director general de Caja Rural, Alberto Nussio conoció en un viaje a Soria una iniciativa que funcionaba en esa provincia promovida por la Caja Rural de Soria. Encantado con la idea, a su regreso a Zamora encomendó a Feliciano Ferrero, entonces destinado en el departamento agrario de Caja Rural, para que estudiase su funcionamiento y tratara de ponerla en marcha en la provincia.

“Dio la casualidad de que en Soria se encargaba del proyecto la persona responsable de los asuntos agrarios, con quien tenía buena relación”. Dicho y hecho, Ferrero se desplazó a Soria, conoció cómo funcionaba la Fundación y volvió a Zamora para ponerla en marcha. Sin embargo Ferrero apreció que la fundación soriana tenía un carácter marcadamente sanitario, mientras que la zamorana funcionaría con dos vertientes, una sanitaria y otra más centrada en el mundo agropecuario, “una de médicos y otra de veterinarios” y fue así como comenzó su actividad, con el doctor José Miguel Diego como director y Florentino Mangas en la presidencia de Caja Rural.

Eran tiempos en que había también otras entidades, fundamentalmente cajas de ahorro, que apoyaban las iniciativas socio culturales en Zamora. Pero poco a poco, según iban avanzando las fusiones y se iban alejando los centros de poder la Fundación de Caja Rural de Zamora adquiría un mayor protagonismo y a día de hoy es prácticamente la única entidad que apoya las iniciativas es ella. El 90% de todo lo que se pone en marcha en Zamora tiene el apoyo de la Fundación Científica.

“No se puede hablar de un presupuesto cerrado, depende las épocas, de las iniciativas y otros factores. En los peores años hemos dedicado 300.000 euros a las actividades de la Fundación mientras que en los mejores hemos podido llegar a los dos millones”, explica Ferrero.

Escuela de salud

Los tiempos van marcando también las actuaciones de la Fundación. Durante muchísimos años funcionó la escuela de salud, diseñada con una serie de charlas que visitaron buena parte de los pueblos de la provincia dedicadas a patologías muy frecuentes y hábitos saludables. Mucho prestigio alcanzaron también los premios de investigación, que patrocinaron Ayuntamiento y Diputación y que destacaron la trayectoria profesional de importantes personalidades del mundo científico.

La labor de la Fundación estuvo también detrás del impulso de líneas de investigación en el Campus Viriato, sobre todo relacionadas con el área de Industrias Agroalimentarias, que han dado positivos frutos en leche, porcino y alimentos.

Y fue la Fundación la impulsora de los premios anuales que reconoce la labor de zamoranos, entidades e instituciones destacadas de la provincia de Zamora.

Cocina solidaria

Lo más reciente y lo que ahora mismo se lleva más recursos de la Fundación es la cocina solidaria que la entidad puso en marcha junto con la Asociación de Panaderos, Asezpan. Se trata de una iniciativa nacida en tiempos de crisis y que aún subsiste porque hay muchas necesidades que cubrir. Básicamente da de comer a medio centenar de familias, en torno a 150 personas todos los días.

Las líneas de actuación de la Fundación pasan ahora mismo por seguir con sus proyectos propios. Uno de los más conocidos, las charlas de Infosalud, conferencias básicamente de asuntos de salud, pero también de otros temas impartidas por expertos en distintas materias. Se organizan en ciclos de una semana al mes y están abiertos a todo el público.

La segunda línea es la del apoyo a cuantas iniciativas provengan del tejido social, cultural a incluso institucional de la capital, la provincia y provincias limítrofes, como León o Valladolid, donde Caja Rural de Zamora ha extendido su presencia. 25 años después, la Fundación no sólo no ha perdido su vigencia, sino que se ha convertido en imprescindible: si no existiera habría que inventarla.