El Ayuntamiento de Zamora quiere involucrar a la ciudadanía en su candidatura para conseguir el sello de la Unesco bajo la modalidad de Paisaje Cultural. A juicio de los responsables municipales, una empresa de tal envergadura solo se puede conseguir con el apoyo de todos y por eso es importante que los zamoranos crean en el proyecto. Una iniciativa, eso sí, que será de largo recorrido y para la que habrá que quemar varias fases antes de poder convertirse en realidad. Ahora bien, desde la Casa de las Panaderas confían en su concepto innovador, que no es otro que el de ensalzar un estilo de vida relacionado con el entorno, más allá de lo meramente patrimonial e inmobiliario.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Zamora, Christoph Strieder, defiende que el camino para conseguir el marchamo de la Unesco será complicado y sinuoso. “Presentar una candidatura y que sea tomada en consideración es complicado”, explica. “Por eso, tenemos que trabajar muy bien todo lo que esté en nuestra mano y también fijarnos en lo que se está haciendo, ya no en el entorno, sino a nivel internacional”, comenta el edil de Izquierda Unida. Conocer si en otros países tienen propuestas más atractivas ayudará a mejorar el proyecto de la capital y en ese trabajo se encuentra ahora mismo la iniciativa zamorana, que sigue dando sus primeros pasos.

La propuesta de Paisaje Cultural en la que trabaja el Ayuntamiento de Zamora trasciende el concepto de Patrimonio de la Humanidad asociado a edificios y conjuntos históricos para centrarse en la relación que trazan los ciudadanos con ese entorno patrimonial. La riqueza arquitectónica fusionada con los hábitos de la población y su capacidad para adaptarse al territorio. Por eso, involucrar al ciudadano es clave. “Estamos preparando una serie de actividades para que los zamoranos tomen también parte en este proyecto”, señala el concejal de Turismo. Entre ellas, por ejemplo, se abordarían diferentes seminarios o exposiciones.

Como en todos los ámbitos, la pandemia del coronavirus ha dado al traste con las primeras iniciativas encaminadas a conseguir ese apoyo popular. No en vano, estaba previsto haber realizado en Navidad una primera toma de contacto para abordar la historia de las huertas de la margen izquierda, en el entorno del antiguo convento de San Francisco que ahora ocupa la Fundación Rei Afonso Henriques. “El concepto es implicar a la gente y que también sean los ciudadanos quienes puedan aportar esas experiencias relacionadas con el paisaje de Zamora”, apunta Christoph Strieder.

Es ese “concepto innovador” en el que confía el Ayuntamiento de Zamora para poder diferenciarse de otras propuestas. Como ya se ha aclarado con anterioridad, desde instancias superiores –como la Junta de Castilla y León– se ha indicado que es muy complicado conseguir el sello de Patrimonio de la Humanidad en lo estrictamente patrimonial, que en Zamora podría haber ido encaminado hacia el románico. “Nosotros apostamos por este otro concepto y estamos perfectamente dentro del discurso; creo que tenemos una posibilidad real de poder conseguirlo y en eso estamos trabajando”, apunta el concejal de Turismo. Una iniciativa que busca cambiar el paradigma de la ciudad y poder incorporar un sello inconfundible que reporte beneficios a largo plazo.