A principios de enero los indicadores del semáforo de riesgo fueron puestos sobre la mesa por la Junta de Castilla y León para justificar el necesario endurecimiento de las restricciones. Entonces se tomó en cuenta, más que ningún otro, el indicador que marcaba la incidencia semanal por considerar que reflejaba mejor el “exponencial” incremento de los contagios. Los indicadores del semáforo, explicaban desde la Junta de Castilla y León, daban certidumbre a la ciudadanía, que podía comprender la justificación de las restricciones con un análisis de los indicadores. Sin embargo, el semáforo no sirve para planear la desescalada. Los datos de la provincia permitirían que Zamora entrara hoy en nivel de riesgo medio. Solo el indicador de la UCI, que todavía está por encima del 25% al que había que llegar para aliviar las medidas excepcionales, aconseja tener una extrema prudencia. Es decir, la Junta solo mira a las UCI para plantear la relajación de medidas, pero no cumple los criterios anunciados hace una semana y elimina las medidas excepcionales con la unidad de críticos todavía por encima del 25%. Certidumbre, poca.

Sea como fuere, la realidad es que hoy a las seis de la mañana, cuando finalice el toque de queda, habrán decaído las medidas excepcionales aplicadas durante las últimas semanas. La hostelería podrá abrir los interiores, cerrados desde la primera mitad de enero salvo casos muy excepcionales. El consumo, eso sí, no se podrá realizar ni en la barra ni de pie, debiendo realizarse en mesa y sin que se pueda superar el 33% del aforo del interior. Como máximo, podrán sentarse seis personas a la mesa. En las terrazas se podrá cubrir el 75% del aforo con las mismas normas: máximo seis personas por mesa y separación de un metro y medio entre grupos.

Abren también las tiendas consideradas no esenciales del Centro Comercial Valderaduey, el único recinto afectado por esta medida en la provincia. Eso sí, el aforo no podrá exceder de un tercio ni en el interior de cada una de las tiendas ni en las zonas comunes.

Asimismo, retoman la actividad los gimnasios, cerrados desde que se aprobaron las medidas excepcionales. El aforo máximo es, también, de un tercio y el uso de mascarilla es obligatorio salvo para competiciones oficiales. Al aire libre se podrá hacer deporte sin restricciones más allá de las medidas individuales de prevención. En cuanto a la asistencia a eventos deportivos el aforo será de un máximo de un tercio, lo que afecta en Zamora a las competiciones que se celebran en el pabellón municipal Ángel Nieto, cerrado al público prácticamente desde la Navidad.

Por lo demás, vuelven a abrir los centros de ocio y cultura, museos —Museo de Zamora y Museo Etnográfico— y salas de exposiciones, que retoman la actividad con un tercio de su aforo como máximo. Por lo demás, y referente a los lugares de “ámbito social”, el aforo de los lugares de culto será de un tercio y los velatorios estarán limitados a diez personas en lugares cerrados y a quince en espacios abiertos.

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