“Sin ayudas, nos arruinan”. Bajo este lema, decenas de hosteleros de la capital y la provincia han secundado este jueves la concentración a modo de protesta por el cierre del sector decretado por la Junta de Castilla y León. Un acto que había sido convocado por la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería (Azehos) en una plaza de la Constitución que se ha quedado pequeña, según las normas sanitarias vigentes, para acoger a todos los manifestantes.
La hostelería zamorana se ha sumado así a las reivindicaciones que ya se han organizado en otras provincias del país en contra de las restricciones aprobadas por el Gobierno nacional y por los autonómicos. En el caso de Zamora y de Castilla y León las medidas de control del coronavirus son especialmente duras para la restauración, obligada a cerrar sus puertas desde el pasado seis de noviembre.
En principio, esta limitación de la actividad decaerá la semana que viene, aunque el sector da prácticamente por seguro que las restricciones se ampliarán, al menos, hasta después del puente de diciembre y fija sus esperanzas en que los negocios puedan estar abiertos para la campaña de Navidad.
Vídeo de la concentración:
Durante la protesta, el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, ha recibido a los responsables de Azehos, quienes le han hecho entrega del manifiesto con las reivindicaciones del sector. Blanco ha agradecido a todos los hosteleros de la provincia su sensibilidad y su trabajo durante estos meses tan complicados y ha resaltado que la concentración haya transcurrido dentro de los cauces legales y sin incidentes de ningún tipo.
Como esta semana informaba este diario, el cierre de la hostelería supone para la economía de Zamora unas pérdidas diarias de 600.000 euros del Producto Interior Bruto de la provincia. Además, al no funcionar la restauración, numerosos sectores económicos asociados a bares y restaurantes también se resienten, tales como tiendas de alimentación o distribución de bebidas, entre otros. El sector asegura que hay evidencias de que los bares y restaurantes no son focos de contagio, por lo que pide poder funcionar con medidas de seguridad.
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