Dio marcha atrás y se empotró contra el estanco, que quedó destrozado. Su conductor se dio a la fuga pero las imágenes las grabaron las cámaras de seguridad del establecimiento. Fue localizado y dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas. Ya habían pasado varias horas. Dejó abandonado el rolls, valorado en trescientos mil euros.